Don Celso tiene toda la razón

Don Celso tiene toda la razón

El país ha vivido por décadas dándole vueltas de trompo a los problemas medulares, girando en torno a ellos sin que se llegue a una solución radical y permanente a las enormes carencias que nos agobian.

Las deficiencias en el servicio energético han ido de promesa en promesa, mientras se aplican paños tibios y remiendos a un asunto de tanta trascendencia y vital necesidad.

Hemos visto pasar gobiernos tras gobiernos con las mismas ofertas, similares propuestas, errores e incumplimientos.

La privatización de la generación y distribución eléctrica ha sido un fiasco. El tiempo ha demostrado su infuncionalidad.

Don Celso Marranzini, ex-presidente del organismo cúpula empresarial, ha vuelto a pronunciarse con una gran verdad en las manos.

Ha recomendado el exitoso empresario que se despolitice el tema energético, y que se maneje el negocio con elevado y firme concepto gerencial.

Tratado desde siempre con un criterio político partidarista, el asunto de la energía no ha pasado de ser un problema irresoluble.

La adquisición de plantas y firmas de contratos han estado por mucho tiempo condicionados a compromisos políticos.

Disponiendo de suficiente capacidad de generación instalada, el país se ha cuidado de no tomar vigorosas decisiones, para evitar que sus relaciones políticas se deterioren.

Tenemos al frente de la CDEEE a un excelente técnico en la materia… pero es un prominente miembro del partido en el poder.

Vivimos bajo la sombra permanente de la política.

Las buenas intenciones han chocado con el faro que nos puede arrojar luz.

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