Don Cuchito: hombre de decisiones acertadas

Don Cuchito: hombre de decisiones acertadas

Mario Álvarez Dugan, hombre excepcional, ejemplo de solidaridad y de amistad.

Privilegiados somos aquellos que lo conocimos. Su deseo de servir a quienes lo rodeaban y aun a quienes no conocía, asombraba a todos. Su sinceridad y lealtad son ejemplos a seguir.

Consejero por excelencia. Precioso instrumento en las manos de Dios para que muchos encontraran el camino correcto.

Su perseverancia, responsabilidad y valentía incentivaron a seguir adelante a quienes parecía que se les agotaban las fuerzas.

Con agradecimiento a Dios recuerdo los valores que, en ocasiones, con tan sólo observar la dinámica de su hogar, nos eran impartidos: padre amigo de sus hijos, cabeza de la familia, anfitrión inigualable, sin importar la edad o posición de sus visitantes. Vecino alegre, amable, presto a brindar su ayuda incondicional.

Abuelo soñado. Sus nietos anhelaban recibir la sabiduría y la algarabía de los juegos compartidos.

Sin dudas, será extrañado por muchos. Ha dejado un vacío que únicamente el Dios de toda consolación puede llenar.

Su gran inteligencia y profundo discernimiento lo llevaron a tomar decisiones acertadas, a realizar obras de un legado permanente, como la de abrir puertas para que el mensaje de Dios sea transmitido a la nación.

Don Cuchito le creyó al Señor, en Él pensó mientras atravesaba momentos de incertidumbre y gran dolor. Pronunció las palabras que abrieron las puertas a su encuentro con el Padre Celestial.

Sabemos que duerme esperando el gran día de la resurrección, donde todos los que tomemos la decisión que él tomó, estaremos juntos.

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