Aunque vino al país con pasaporte turco, don Jorge no era otomano, era palestino y nunca olvidó su tierra, tanto que, a mediados de la primera mitad de la década de 1950, hizo un viaje hacia el recuerdo, acompañado de su hijo Juan Jorge Chahín Tuma.
Llegar a Palestina para don Jorge, fue como arribar a cualquier país que no era el suyo: todo había cambiado, hasta el nombre del país, una guerra de conquista les había quitado a los palestinos su tierra y el nombre de su país, en una operación militar que borró la historia y comenzó a escribir la de la “Patria nueva” como tituló Hollywood aquella película que creo protagonizó Paul Muni.
Don Jorge y Juan no pudieron reconocer los recuerdos del viejo roble de la familia Chahín. Todo había sido cambiado, los recuerdos borrados.
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Llegar a Palestina para don Jorge, fue como arribar a cualquier país o pariente cercano de don Jorge, lo que sí tengo grabado en la memoria es cómo se transfiguró su rostro cuando nos describió el impacto que produjo en su padre no saber cómo llegar al lugar donde alguna vez estuvo su hogar.
Es evidente que el drama sigue al rojo vivo, si los judíos lucharon, guerrearon, asesinaron, cometieron actos de terrorismo y desplazaron y arrinconan y ahogan al pueblo palestino, no hay fuerza humana que detenga a los palestinos en la búsqueda de un lugar bajo el sol que les permita vivir sin temor.
La historia demuestra que el afán de libertad es tan insistente como el aire, o el inicio de la mañana que despierta el sol con su luz refulgente en busca de deslumbrar la oscuridad.
Es indignante ver lo caradura que son personajes políticos que bailan al son de las peores causas, como lo es la judía en este momento, cuando se escudan bajo un espeso manto mundial de mentiras, mientras los israelíes asesinan a plena luz millares de niños y ancianos y los arrinconan en nuevas zonas para atacarlos acorralados.
¿No es eso genocidio?
Mientras, el gobierno de Israel se ensucia fuera del cajón en las instituciones mundiales y escupe para arriba, juega bajo la sombra y la protección de Estados Unidos y Europa, a una brutal y criminal política de tierra arrasada.
No hay comparación, Hitler y sus asesinos llevaron a cabo su política de exterminio de manera eficiente, criminal asesina y furtiva, en el caso de los israelíes, ejecutan el más descarado genocidio amparados por la publicidad y publicitación mundial.
El descaro y la doble moral están de moda. Ya conocemos a quienes como las gatitas de María Ramos, que tiran las piedras y esconden las mano.