MARTHA PÉREZ
Estos versos por Don Rafael Kasse Acta… los inspira la propia sencillez y candidez de un hombre que nunca dio paso a la indiferencia, al desamor, a la ambición; porque supo ser único en su forma y estilo.
Nadie sabe de ti, muerte
solo pareces el final de la vida
de quien pretende tenerte
tan lejos que de ti se olvida
Aunque te llevas la vida
no eres el fin de ella
quien sabe de ti y no te olvida
su vida la cimenta sobre huellas
Huellas que inborrables laten
sobre la tierra parida
sobre el vaiven de la olas
entre lágrimas que lloren
los que en el temor te anidan
No muerte, no te niegues de la vida
eres su otra cara, eres su lado inerte
y serás tan muerte, muerte
si no hubo vida viva.
La vida de don Rafael no ha muerto con su muerte; el encanto de su personalidad, su jovial estilo, y una voz tan pausada y a la vez tan oratórica que le impregnaba de firmeza y de certeza al discutir sus ideas; la inteligencia, la versatilidad y profundidad de sus conocimientos hicieron de él el maestro de las tertulias dominicales que bajo el nombre de «la peña de Rafael» convocaba en su hogar a una diversidad de amigos de varias generaciones, capaces de poner sobre la mesa de discusión, muchas veces en posiciones de jaque, cual fichas del ajedrez, los más variados y conflictivos temas sobre situaciones locales e internacionales, saliendo de allí brillantes posiciones, propuestas y hasta posibles soluciones sobre importantes tópicos de interés nacional y de las grandes agendas nacionales, regionales y continentales. Resulta apasionante escribir de su muerte sobre su vida; porque aunque la tristeza nos agobia por su partida, sabiendo que batalló contra su enfermedad, la que no le invalidó para seguir aportando al proceso histórico-político dominicano, en lo particular; con una visión internacionalista, en lo general; las huellas dejadas por él, seguirán latiendo sobre esta tierra, que la presente gestión del gobierno que inicia el Doctor Leonel Fernandez y el Partido de la Liberación Dominicana, han vuelto a preñar de fututo, y que parirá el producto de las acciones de los verdaderos hombres y mujeres dominicanos; de internacionalistas, dolientes de la patria de tantos luchadores por una verdadera democracia en la República Dominicana; valiosos hombres y mujeres entre los que hoy, a propósito de este 25 de septiembre, día en que escribimos estos versos por don Rafael Kasse Acta, honramos la memoria eterna del Profesor Juan Bosch, levantando su bandera de lucha democrática y ejemplarizadora en contraste con aquel 25 de septiembre de 1963 y el 28 de Abril de 1965.