En un mundo que a veces parece carecer de motivación y esperanza, la vida de Sixto Ricardo González Tapia, conocido cariñosamente como «Don Sixto» o «El Profesor», brilla como un ejemplo de resiliencia, compromiso y dedicación.
Nacido el 6 de abril de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial y bajo el gobierno dictatorial de Rafael Leónidas Trujillo en República Dominicana, Sixto es el primogénito de un guardia y una educadora. Desde temprana edad, cultivó hábitos que lo marcarían de por vida: la lectura, la escritura y el deporte.
Estos hábitos sembraron las semillas de un destino extraordinario.
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Pasión por la enseñanza

A lo largo de su vida, don Sixto fue pionero en la educación. Fundó el Colegio Salomé Ureña en Piedra Blanca, Bonao, y el Liceo Salomé Ureña, instituciones que moldearon generaciones de estudiantes en la provincia Monseñor Nouel.

Además de ser un educador incansable, fue un destacado deportista, con logros memorables como lanzador de softbol.
Incluso después de retirarse a principios de los años 90, su pasión por enseñar no se apagó.

Actualmente, a sus 85 años, don Sixto comienza cada día con el hábito de analizar y resumir las noticias más importantes, un ritual que combina con su labor como profesor de inglés, casi en un formato altruista, pues cobra poco y regala los materiales.
Solidez familiar
Su compromiso con la educación y la familia también se refleja en su matrimonio con Gloria Hernández, su compañera de vida desde 1967.
Juntos, han celebrado más de seis décadas de unión, sirviendo de ejemplo en un mundo donde los vínculos familiares enfrentan desafíos constantes. Con seis hijos, 16 nietos, bisnietos y tataranietos, don Sixto y doña Gloria continúan siendo un pilar fundamental para su familia.

En este abril de 2025, don Sixto celebra su 85º cumpleaños rodeado de amor y gratitud. Su vida nos recuerda que los hábitos, la disciplina y la pasión son las claves para construir un legado duradero.