ALIRO PAULINO SEGURA
Al finales del mes de noviembre falleció el diplomático y hombre de letras quien nació en Baní en 1909 a principios del pasado siglo, recibiendo su primera educación en la Escuela Pública No. 1, de esa población del sur del país.

Llegado a Santo Domingo junto con Arsenio Velázquez y Fabio Herrera Cabral aunque no compartían el mismo grado se inscribió en el Colegio Santo Tomás, bajo la dirección del profesor Parmenio Troncoso de la Concha. Recibió clases particulares con nuestro padre para prepararse el séptimo y octavo curso, ingresando luego en la escuela Normal de Varones de esta ciudad donde se graduó con excelentes calificaciones de Bachiller en Filosofía y Letras y estudiando esta misma carrera la Universidad de Santo Domingo sin haber finalizado esos estudios profesionales.

Tomasito como le llamaba mi padre cuando nos visitaba semanalmente no faltando nunca en sus manos la clásica “panela” de dulce de leche banilejo, la cual saboreábamos muy entusiasmados todos en nuestro hogar. Siempre respetuoso con nuestro progenitor salían después a caminar por la tradicional calle El Conde, repitiendo semanalmente esta clase de ritual.

Entre sus aficiones la que más desarrolló fue la pasión por los asuntos históricos de nuestra nación. De su numen salieron las obras “Mujer Aborigen” y “la Mujer en la Colonia”, premio Salomé Ureña de Henríquez.

“Máximo Gómez, El Libertador” “Rubén Darío, Poeta de América y de España” y “Páginas Escogidas”

Desde muy joven se inició en la carrera administrativa de la Era de Trujillo llegando a desempeñar importantes cargos burocráticos, lo mismo que su hermano Miguel Angel Báez Díaz. Entre los puestos administrativos desempeñó el de subsecretario de Estado de Obras Públicas y Comunicaciones, subsecretario de Estado de Agricultura, subsecretario de Estado de Relaciones Exteriores, gobernador del Distrito Nacional, y Síndico del mismo, derrotando como candidato del Partido Dominicano la candidatura de Darío Trujillo Tejada, quien ganó limpiamente esas elecciones en 1960. Fue dentro de la carrera diplomática embajador en Brasil, lo mismo que su hijo también, En Uruguay, Francia y en las Naciones Unidas.

Su labor en Relaciones Exteriores dio importantes investigaciones sobre los antiguos tratados internacionales, la reorganización del archivo y la exposición de documentos y fotografías históricas vinculados con esa cartera gubernamental. Estudioso e investigador siempre nos sorprendía con enjundiosos artículos en la prensa nacional.

Tras problemas familiares Don Tomás se vio precisado a formar parte en la conjura que puso fin a la dictadura de Trujillo la noche del 30 de mayo de 1961. Nosotros respetamos sus ideas y las decisiones que tuvo que tomar al final de una vida uncida al carro de la Era de Trujillo, pero solo él sabrá los motivos que le llevaron a tomar esta muy seria y riesgosa participación, soportando dolorosas torturas en las ergástulas del SIM.

Aunque tarde vayan mis muestras de pesar por su desaparición física y nos unimos al duelo que embarga a su familia sobre todo a doña Lucía su esposa y todos sus hijos y demás familiares.