Muchos de los que ella trajo al mun- do son hoy conocidos profesionales
La señora Petronila Pérez de López (doña Nilita) fue sin lugar a dudas la partera más famosa en toda la historia de Barahona y otras provincias del llamado Sur profundo.
Centenares de criaturas vinieron al mundo gracias a sus manos casi milagrosas. Laboró también en el Hospital Jaime Mota, construido en 1947.
Hemos de contar a través de este prestigioso diario de circulación nacional una parte muy pequeña de una especie de biografía de la que por razones familiares fuimos testigos de excepción, y lo hacemos en un momento en que se debaten en el país dos posiciones encontradas con relación a las llamadas tres causales en la interrupción del embarazo, que las iglesias denominan aborto.
Lo que nos anima es destacar el papel de las “comadronas” aunque sea ya de manera póstuma porque probablemente solo en regiones remotas de la selva amazónica o africana se utiliza ese método milenario.
Héctor Quezada Ariza, prominente médico, exdirector del hospital Darío Contreras y antiguo viceministro de Salud Pública, fue de los centenares por no decir millares de niños y niñas, cuyas madres tuvieron como partera a doña “Nilita”. Muchos de ellos han sido grandes profesionales, hombres y mujeres de bien.
Cuando doña “Nilita” cayó en cama en 1961 antes del ajusticiamiento de Trujillo a consecuencia de la diabetes, enfermedad que en esa época era poco manejable, recibía casi diariamente la solidaridad de sus pacientes que venidos de toda la geografía nacional le hacían un presente.
Abundaban las esposas de guardias y policías que habían estado de puesto en Barahona y poblaciones vecinas.
Todavía nos preguntamos por qué el 90% de los partos realizados por la venerable enfermera se producía en horas de la noche o madrugada.