Donald Guerrero Martínez – Con acoso

Donald Guerrero Martínez – Con acoso

El nombre, pero sólo eso, es perfecto. Conacoso, Consejo Nacional de Comunicación Social. Se trata de una superestructura burocrática, cuyo titular será un presidente, esto es, un jefe con todas las de la ley, para encargarse del cumplimiento de las leyes que resultaren de una iniciativa simplemente absurda.

Lo menos que podía esperarse ya se tiene. No son iniciativas del Pe-eledé, ni tienen respaldo de los organismos superiores del partido, dos proyectos de leyes llevados a la Cámara de Diputados por el peledeista Nelson Rodríguez. El primero busca regular la publicidad del gobierno, que es igual a intervenirla y controlarla. El segundo fuerza el uso gratuito de los medios de comunicación para promover la educación y la salud públicas. Tienen respaldo de once diputados, siete peledeistas, tres perredeistas y un reformista. Pero deben morir en su cuna.

El Pe-eledé asumirá el 16 de agosto próximo el gobierno de la República por segunda vez no en periodos consecutivos, caso único en cuarentitrés años de vida democrática, entendido como surgido de una jornada electoral incuestionable. Si con iniciativas del talento de los proyectos citados es como sus afiliados piensan servirle al país, «hay que tomarlo con un grano de sal».

La Constitución de la República garantiza entre los derechos fundamentales el ejercicio de la libre empresa y la expresión y difusión del pensamiento. Por tanto, no puede aceptarse que ninguna entidad oficial tenga prerrogativas para actuar con acoso contra esos derechos.

Resulta curioso que de tiempo en tiempo aparecen «representantes del pueblo» que se embullan sumándose a ciertos núcleos que quisieran limitar el ejercicio democrático de la libre empresa y de la libertad de prensa, sólo porque son incapaces de entender que los medios de comunicación son, en el buen sentido del término, los mejores aliados del desempeño gubernativo. Lo son, no porque dediquen sus espacios a cuanto deseara el oficialismo, que no siempre es útil, o bueno o necesario y conveniente. Lo son, precisamente, por lo contrario.

Son los medios los que muchas veces informan al Presidente de turno algunos aconteceres que la burocracia oficial retiene, paraliza, oculta, desconoce o «desconoce». Y es esa información la fuente para la acción oficial que enmienda algo, evita aquello o mejora lo otro, para dejar cumplidos deberes elementales del gobierno.

Los medios, y a través de ellos la libre expresión y difusión del pensamiento, son dos de las columnas que sostienen el ejercicio democrático de los pueblos, que nunca ha sido regalo de gobierno o partido alguno.

Para abultar el absurdo, uno de los proyectos prevé que la designación del presidente del Conacoso la realice el Consejo Nacional de la Magistratura. Desconoce el diputado peledeista que lo introdujo, que la Constitución de la República faculta a ese organismo, exclusivamente, para la designación de los jueces de los tribunales de la República.

Desde diferentes sectores se han levantado voces muchas veces en busca de que ese Consejo sea investido con la facultad de designar también a los jueces electorales. Se entiende conveniente y necesario porque fuera un mecanismo para contener las ansias de gobiernos o legisladores desaprensivos, siempre sumisos a los intereses partidarios gracias a los cuales llegan a la posición, y siempre olvidados de que son legisladores de la República.

De modo, pues, que asuntos de interés nacional siempre hay, empero, faltan «representantes» con la voluntad indispensable para encaminarlos. Ya, este país, con acoso nada.

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