Hoy Donald John Trump se convierte en el presidente 47 de Los Estados Unidos de América,
y lo hace con los ojos del mundo puestos sobre su figura. Trump para sus votantes y
simpatizantes es el gran salvador no sólo de su país, sino del mundo; en cambio, para
sus detractores, él viene a poner patas arriba el statu quo. La realidad es que
probablemente habrá algún cambio, porque hay promesas que hizo en su campaña
presidencial y por las cuales ganó. Además, luego de ganadas las elecciones ha hecho
algunas declaraciones que según el punto de vista de cada quien, preocupan o
entusiasman.

En tal sentido, para entrar en contexto es válido hacer mención de lo que Trump
prometió en su campaña, y fue lo siguiente: Mejorar la economía de los ciudadanos
norteamericanos (bajando la inflación, las tasas de interés al crédito y reducción de
impuestos); declarar una guerra sin cuartel a la migración ilegal, sellando las fronteras y
ejecutando la mayor deportación de la historia de inmigrantes en condición irregular;
prometió también, acabar con la guerra en Ucrania y Gaza.

Por otra parte, están las declaraciones que ha hecho Trump luego de ganar las
elecciones, algunas pudieran sonar estrambóticas pero no dejan de tener un sentido
conveniente donde se aplicaría la ley del más fuerte. Anuncios como : convertir a
Canadá en otro Estado perteneciente al confederación de los Estados Unidos de
América , hacerse nuevamente con el canal de Panamá (destrozando el acuerdo
Torrijos-Carter de 1977) y adueñarse de Groenlandia (la isla más grande del mundo) ,
esta iniciativa no suena tan descabellada como las dos anteriores , esto debido a la pieza
que es la isla en el tablero geopolítico global y también a su situación política actual, la
cual no quiere ser parte del reino de Dinamarca .

Asimismo, tendríamos que analizar el contexto local y la nueva administración Trump
que hoy se posiciona. ¿Qué podríamos esperar los dominicanos de Estados Unidos en
estos próximos 4 años? Bueno, lo primero es que debemos estar convencidos que el
gigante del norte siempre se moverá en base a sus intereses. Por lo cual, mientras Marco
Rubio se va en halagos hacia la República Dominicana, el Presidente Luis Abinader no
fue invitado a la juramentación de Trump; nos envían como embajadora una ex oficial
de la CIA, sabiendo que el partido de Abinader tenía en sus filas varios condenados por
narcotráfico en Estados Unidos, también le podría agregar como cherry del pastel que
Abinader “trancó” a Jochy Gómez, quien al parecer es amigo de Pompeo, hombre de
confianza de Trump.

Después de todo lo anterior mencionado, pudiéramos concluir que las relaciones
Trump-Abinader serán algo tensas, aunque dada nuestra cercanía con Haití, la
República Dominicana está llamada a ser pieza importante para la política exterior de
Estados Unidos en Latinoamérica y el caribe.