Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, no escatimó dinero ni esfuerzo en su fiesta de fin de año, ocasión en la que también puso fin a su estancia en Mar-a-Lago, su propiedad en el sur de Florida (Estados Unidos), donde en coincidencia con las fiestas navideñas descansó junto a su familia y sostuvo reuniones para la conformación de su gabinete.
A esta fiesta asistieron diversas personalidades de la vida social, donde la única figura del estrellato norteamericano fue el actor Sylvester Stallone, famoso por el personaje de Rambo.
Trump tuiteó nada más comenzar el 2017 un mensaje: “Para todos los estadounidenses, les deseo un maravilloso y prospero año nuevo”.
El magnate y su familia despidieron el año 2016 en la tradicional fiesta del club Mar-a-Lago a la que asistieron unas 800 personas que pagaron casi 600 dólares
La exclusiva cena –los socios pagaron unos 500 dólares (477 euros) por el cubierto y los invitados no miembros unos 575 dólares (548 euros)– estuvo integrada por un menú compuesto de una ensalada con el nombre “Mr. Trump” que llevaba queso roquefort, tomate, bacon y cebolla roja; ravioli de setas y acelga roja suiza, con puré de zanahoria y una salsa con trufa; lomo de cerdo y lubina como platos fuertes y de postre, la llamada tortilla noruega –a base de helado– que contiene láminas de pastel o pudin de Navidad, cubierto de merengue con crema inglesa.
Su propósito para el año que recién empieza es hacer “a América (Estados Unidos) grande otra vez”, según dijo a los periodistas antes de entrar a la celebración acompañado de su esposa Melania, quien lució un vestido negro hasta las rodillas, sencillo, pero sin dejar de lado la elegancia que la caracteriza.