WASHINGTON El presidente Donald Trump dijo el martes que despidió a su asesor de seguridad nacional John Bolton debido a fuertes discrepancias en torno a varios temas.
Trump tuiteó que le dijo a Bolton el lunes que ya no requería sus servicios en la Casa Blanca, y que éste presentó su renuncia el martes por la mañana.
Trump dijo que “discrepaba enérgicamente» de muchas de las sugerencias de Bolton, “lo mismo que otros en el gobierno».
Bolton tuiteó a su vez que presentó su renuncia el lunes “y el presidente Trump dijo, `hablemos mañana’».
La destitución sorprendió a muchos en la Casa Blanca. Apenas una hora antes del tuit de Trump, la oficina de prensa había anunciado que Bolton participaría de una conferencia junto con el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el del Tesoro, Steven Mnuchin.
Bolton siempre pareció una figura improbable para ser el tercer asesor de seguridad nacional de Trump, ya que su visión del mundo se contrapone al aislacionismo del presidente con su lema “Estados Unidos primero».
Su belicismo en política exterior se remonta a la presidencia de Ronald Reagan en la década de 1980, y se destacó por su apoyo estridente a la guerra de Irak como embajador ante la ONU del presidente George W. Bush.
Se planteó una posible candidatura presidencial en 2016 para argumentar contra el aislacionismo que encarna Trump.
Dentro del gobierno abogaba por actuar con precaución durante el vertiginoso acercamiento del presidente a Corea del Norte y contra la decisión de Trump el año pasado de retirar las fuerzas estadounidenses de Siria.
Fue el autor intelectual de una campaña discreta dentro del gobierno y con aliados en el exterior para convencer a Trump que mantuviera las tropas en Siria con el fin de combatir a los restos del Estado Islámico y la influencia iraní en la región.
Bolton fue designado asesor de seguridad nacional en abril de 2018 tras la renuncia del general H.R. McMaster.