Washington. El republicano Donald Trump ganó contra todo pronóstico la Presidencia de Estados Unidos, una victoria que celebró con un discurso de mano tendida a los estadounidenses y al mundo pero que no evitó fuertes caídas de los mercados.
Trump, un magnate inmobiliario ajeno a la política hasta hace poco más de un año, consiguió superar los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca y tirar por tierra el sueño de la demócrata Hillary Clinton de convertirse en la primera mujer presidenta de Estados Unidos.
El polémico empresario logró su victoria al imponerse en la mayoría de los estados clave, en ciertos casos en contra de todas las previsiones, como Ohio, Florida, Carolina del Norte, Iowa o Pensilvania. Clinton, quien llamó a su oponente para felicitarle por su victoria y se espera que comparezca en las próximas horas ante sus seguidores, perdió además en otros estados que debía haber ganado, como Michigan y Wisconsin, que en teoría eran feudos demócratas.
Los republicanos se apuntaron otra gran victoria en las elecciones legislativas celebradas también el martes, al conservar el control de ambas cámaras del Congreso de EEUU, lo que permitirá a Trump un cómodo mandato en la Casa Blanca. Al hablar por primera vez como vencedor en un céntrico hotel de Nueva York, el presidente electo adoptó un tono más presidencial y abogó por cerrar “las heridas de la división”, al tiempo que prometió buenas relaciones con otros países.
Lejos de su discurso nacionalista, proteccionista, xenófobo y populista de la campaña, Trump dijo que será un “presidente para todos los estadounidenses” y tendió la mano a sus detractores. “Les pido su orientación y su ayuda para que podamos trabajar juntos y unificar nuestro gran país”, les dijo. También tuvo palabras de agradecimiento para Clinton, a la que felicitó por su duro trabajo durante la campaña y a lo largo de su carrera.