Nueva York, EE.UU. El magnate estadounidense Donald Trump ocupó gran parte de su tiempo hoy en los tribunales esperando saber si era elegido para formar parte de un jurado en Nueva York, lo que lo obligó a aplazar una campaña que lo está colocando a la cabeza en las encuestas de los precandidatos presidenciales republicanos.
Trump, que aspira a representar al Partido Republicano en las presidenciales de 2016, llevaba años escapándose de cumplir con su obligación de ser jurado, una práctica habitual para muchos estadounidenses, aunque hoy no pudo escabullirse y le tocó su turno.
“Es mi obligación y estoy feliz de hacerlo”, declaró Trump a los periodistas en las escaleras de la Corte Suprema de Nueva York, en el centro de Manhattan, antes de ingresar a la sede judicial.
Entró allí minutos después de las 9.00 hora local (13.00 GMT) y, con un descanso para el almuerzo, salió de allí cinco horas más tarde, sin que, al final, tuviera que cumplir con la obligación del sistema judicial por ser descartado.
La escasa actividad judicial que hay en agosto le permitió evitar una segunda jornada para cumplir con esa obligación, y al cumplir hoy con la citación que había recibido, no tendrá que comparecer de nuevo hasta dentro de seis años.
Al parecer, según medios locales, Trump llevaba varios años ignorando las citaciones que habían emitido las autoridades judiciales de Nueva York.
Representantes del político dijeron que las comunicaciones fueron enviadas a una dirección equivocada y por eso no las recibió. Por ello en marzo pasado tuvo que pagar una multa de 250 dólares por no concurrir a una petición para servir como jurado.
La presencia de celebridades políticas y artísticas en los tribunales de Nueva York es habitual, pero por lo general no suelen ser seleccionadas como miembros del jurado. Entre quienes han pasado por el mismo proceso se encuentran la cantante Madonna y los directores de cine Woody Allen y Spike Lee.