Donald Trump y Kim Jong Un están en Vietnam listos para segunda cumbre

Donald Trump y  Kim Jong Un están en Vietnam listos para segunda cumbre

Vietnam.— Tras largos viajes a Vietnam, el presidente estadounidense Donald Trump y el líder de Corea del Norte Kim Jong Un están listos para reunirse por segunda vez el miércoles y buscar una solución a lo que tal vez sea el mayor peligro para seguridad mundial: el programa nuclear norcoreano.

Trump llegó el martes por la noche en el Air Force One tras hacer escalas de reabastecimiento de combustible en Inglaterra y Qatar. El presidente envió un saludo con el brazo desde las escaleras del avión presidencial, luego saludó de mano a dignatarios y pasó por una alfombra roja hasta su convoy.

Kim arribó a Hanói antes y pasó el día viajando por la capital vietnamita en su limusina blindada. Luego visitó la embajada norcoreana, seguido por cientos de periodistas extranjeros y miles de vietnamitas.

Para llegar a Vietnam, el líder norcoreano viajó por China hacia el sur en tren y luego fue a Hanói en auto desde un pueblo vietnamita fronterizo.

Se prevé que los dos líderes se reúnan durante dos días, primero en una cena el miércoles y al día siguiente en reuniones. Ambos se reunieron por primera vez en junio en Singapur, cumbre que tuvo bastante pompa histórica pero pocos acuerdos que se le puedan aplicar a Corea del Norte para que abandone su arsenal nuclear.

Trump ha elogiado a Pyongyang por dejar de realizar pruebas nucleares y aparentemente ha suavizado su demanda para establecer un cronograma para el desarme. Se espera que Kim pida que le levanten algunas sanciones estadounidenses.

Pero antes del inicio de la cumbre, Kim se aventuró a salir de su hotel _que estaba cerrado para el público_ para visitar partes de Hanói, incluyendo su embajada, donde fue recibido con una gran ovación.

Kim.

Kim.

Soldados, policías y periodistas internacionales se agolpaban en el exterior del hotel Meliá de Hanói, donde Kim se está alojando, y cientos de curiosos ciudadanos esperaban detrás de las barreras de seguridad con la esperanza de ver al norcoreano. Mientras las banderas de Vietnam, Corea del Norte y Estados Unidos ondeaban bajo una llovizna fría, docenas de cámaras hicieron saltar sus flashes y algunos ciudadanos gritaron y usaron sus celulares para captar la llegada de Kim al hotel, como si se tratase de una estrella de rock.

“Me gusta”, dijo Van Dang Luu, una residente que trabaja en un banco cercano, sobre Kim. ”Él es muy joven y muy interesante. Y es muy poderoso. Trump no es joven, pero creo que es muy poderoso”.

El autoritario gobierno de Vietnam armó un enorme dispositivo de seguridad para dar la bienvenida a Kim, cerrando largos tramos de carreteras y zonas de la bulliciosa capital. Durante la mañana, Kim, con una amplia sonrisa y saludando a los presentes, se bajó de su tren blindado tras un largo viaje que comenzó en Pyongyang y atravesó China hasta la frontera con Vietnam. Estrechó la mano a las autoridades mientras los soldados vietnamitas, con impolutos uniformes blancos y botas negras, formaban en una alfombra roja en la estación de tren de la ciudad fronteriza de Dong Dang.

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