Mucha gente se da cuenta de la importancia de donar sangre cuando una emergencia clínica coloca a un familiar o allegado ante la necesidad urgente de una transfusión. La dificultad para conseguir sangre con la celeridad que el caso impone, obedece en gran medida al hecho de que nuestro país tiene un déficit bastante grande en materia de donación de sangre. El doctor Julio Amado Castaños Guzmán, hematólogo especializado en Medicina de Transfusión, calcula este déficit en más de 200,000 unidades por año.
En el ámbito gineco-obstetra, muchas muertes maternas se deben a hemorragias relacionadas con el parto y a la falta de disponibilidad de sangre para enfrentar una situación de emergencia. Otras emergencias clínicas, como las derivadas de accidentes de tránsito, degeneran en fallecimientos que serían evitables si nuestros inventarios de sangre tuvieran los niveles adecuados.
Se impone que se lleve a cabo una campaña permanente para estimular la donación voluntaria de sangre. El país tiene que levantar su disponibilidad de sangre para hacerle frente no solo a las contingencias médicas cotidianas, sino también estar preparado ante la posibilidad, siempre presente, de una catástrofe natural. Donar sangre es una de las formas más nobles de demostrar solidaridad humana.
Lucha contra el trabajo infantil
El país ha tenido algunos éxitos en la lucha contra el trabajo infantil, pero está muy lejos de alcanzar metas trazadas por organismos internacionales con ese propósito. La pobreza en el hogar y la falta de preparación de muchos padres, la quiebra de la unión familiar y otros factores sociales y económicos empujan a los hijos a buscar la subsistencia por medio del trabajo, lo que les impide asistir a la escuela y vivir la etapa de su niñez. Muchos trabajan en ambientes sumamente peligrosos.
Nuestro pobre éxito en la lucha contra el trabajo infantil se debe a que no estamos combatiendo con efectividad las causas que lo motivan. No se ataca con rigor el alto índice de desempleo y no se trabaja para mejorar la cohesión familiar. Los hijos de madres solteras no tienen otro futuro que no sea trabajar a temprana edad o caer en los vicios. El éxito dependerá de que ataquemos el problema en el origen.