El chef alemán Harald Mossle se enamoró de las lomas de Cambita, haciendo de ellas su refugio desde hace seis años. Desde allí ha dado rienda suelta a una de sus pasiones: el exótico arte de hacer gastronomía, siempre a base de berenjena.

¿Complicado? Para él no hay cosa más fácil pues ha encontrado en este vegetal uno de los ingredientes más versátiles. Por eso en su restaurante Aubergine (significa berenjena en varios idiomas) las berenjenas abarcan todo el menú, desde las entradas hasta el plato fuerte.

 “Yo creo en una cocina creativa y la berenjena permite mucha creatividad, porque se deja hacer en muchísimos platos con diferentes sabores. Por ejemplo, la berenjena tiene la ventaja de que toma el sabor de los ingredientes del mismo plato. Si la cocinas con camarones toma un sabor increíble a camarones, si la cocinas con langosta tendrá sabor de langosta. En una ocasión hice un coctel de langosta con berenjenas y a todo el mundo le gustó”, manifestó Mossle.

Entre montañas.  El restaurante Aubergine está en las lomas de Cambita-Garabito, en San Cristóbal.   Además de las exquisiteces de su menú, su encanto reside en el paisaje natural que le rodea: montañas, vegetación virgen y un agradable clima a 580 metros sobre el nivel del mar.

Es decir que visitarlo no es sólo para comer, sino también para hacer ecoturismo. Con ríos cercanos y condiciones para hacer ciclismo de montaña, es una tentadora oferta para salir de la ciudad.

“Ofrecemos un sitio de paz, sin estrés, porque el que viene aquí se olvida del mundo. Y la terraza está encayada en la montaña y puedes sentirte como en el aire”, comentó Mossle.

Aubergine está ubicado en La Colonia, en el kilómetro 6 ½ de la carretera Cambita-Garabito, San Cristóbal. Puede conocer más en www.aubergine.com.do.