¿Dónde conducirán los desaciertos de la burocracia?

¿Dónde conducirán los desaciertos de la burocracia?

Fabio Herrera Miniño.

El Gobierno del PRM, con 26 meses de ejercicio del poder, ha demostrado una falta de capacidad burocrática en que las principales cabezas de los organismos integrantes del mismo evidencian una falta de experiencia y del sentido lógico del buen gobernar, cometiendo deslices que se convierten en severos daños en el ejercicio correcto de una buena administración.

Y ahora mismo se notan esos desaciertos con los errores cometidos en la crisis que mantiene la diplomacia dominicana contra Haití por el uso de las aguas del río Masacre. Y en medio del calor de las discusiones y argumentos de ambos bandos se percibe una agresividad que deja muy malparada a lo que en otrora era una hábil diplomacia dominico-haitiana. Existe una agresividad de los dominicanos y estos utilizan una ineficaz política de disuasión y solo dirigida hacia una provocación indeseable.

Por una extraña razón, los argumentos de ahora olvidan que existe un acuerdo de fronteras de 1929 mediante el cual era para dirimir el uso compartido de las aguas fronterizas. De manera que todo estaba muy claro para que cada funcionario de cualquier lado de la isla asumiera lo establecido para el uso compartido de las aguas de los cursos fluviales que preñaban los cauces de arroyos y ríos milenarios cuyas aguas han estado disponibles para ambos países.

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Pero ocurre que los expertos dominicanos no han esgrimido ese acuerdo de 1929 para sustentar sus alegatos. Y la mano dura que exhiben ignoran la existencia de ese acuerdo que fue muy útil a la hora que las autoridades haitianas iniciaron la construcción de la presa de Peligre en el río Artibonito. Fue la primera estructura de hormigón de gran tamaño ya que pasarían más diez años cuando los dominicanos, gracias a la visión del doctor Joaquín Balaguer, hiciera realidad las grandes presas de Tavera y Valdesia para luego continuar una acelerada carrera de construcción de grandes presas que se había iniciado tímidamente en 1962 con la construcción de la presa de Las Damas en Duvergé.

La diplomacia dominicana quiso ser agresiva frente a la haitiana pero todo se le ha convertido en un arma de doble filo que se vuelve en contra de los dominicanos que acuden a habilitar un antiguo canal de la excolonia japonesa para empatar con Haití en cuanto al uso del metro cúbico por segundo que se piensa extraer del río Masacre y con el canal que construyen partiendo desde los terrenos cercanos a la zona franca de Codevi.

La ineficacia de las autoridades dominicanas se pone de manifiesto de como deben recular en sus acciones de mano dura para aceptar, sin agredir al adversario, que se equivocaron. Esa es la costumbre de como los dominicanos, que frente a unas autoridades de un Gobierno que no existe, son apabullados por ese núcleo de funcionarios que conocen muy bien de cómo aplastar la agresiva política dominicana de disuasión que coloca al Gobierno en desairada posición cuando se ven obligados a reconocer que la mano dura fue equivocada, perjudican malamente las relaciones comerciales entre los nacionales de ambos países. El daño a los productos perecederos, causados por la paralización del intercambio, ha sido notable sin que luego aparezcan los responsables para resarcir de tales perjuicios a los comerciantes isleños.