Ante la pregunta de dónde está la influencia de la fe cristiana en la sociedad dominicana que ha cambiado tanto, curas católicos coincidieron que el cristianismo aún tiene mucha influencia en la población, de lo contrario todo sería peor.

Como muestra de ello, el sacerdote Nelson Acevedo cree que esta fe se manifiesta en los hombres y mujeres trabajadores que cada día cumplen con sus deberes cotidianos desde sus diferentes espacios.

Para Abraham Apolinario la creencia se refleja cuando la Iglesia o el creyente se manifiesta contra el abuso hacia los demás.

Mientras que el sacerdote Domingo Legua cuestionó cómo sería el estado de los derechos humanos en las culturas donde el cristianismo aún no ha sido predicado.
También se preguntó cómo estarían los barrios y las comunidades dominicanas sin esa doctrina de fe.

Un déficit. El sacerdote Jesuita Mario Serrano difiere un tanto y considera que en el país hay un déficit real del cristianismo, pues hay mucho de formalidad en la dinámica religiosa.

Cree que además de cristianismo, se requiere de humanismo.

Señaló que la Iglesia no se debe evaluar en la cantidad de personas que asisten al templo, sino con acciones en la vida cotidiana.

“Ese déficit de cristianismo lo muestra la dinámica de vida que se vincula con la violencia, la irresponsabilidad de funcionarios públicos que a pesar de sus acciones inadecuadas, van a la iglesia como si no pasara nada”, manifestó el padre Serrano.