Esas naranjitas dulces, o chinas, como popularmente las llaman los dominicanos, que siempre, aunque no sea temporada, ofertan los “chineros” o fruteros en cualquier esquina, hace tiempo que brillan por su ausencia. No se ven las mesas habilitadas para este negocio o los triciclos en los que se acostumbra venderlas.

Las hemos extrañado, ya que ni siquiera en los “platos de frutas” nueva modalidad de los fruteros vender distintos tipos de frutas juntas, se puede apreciar la naranja.

¿Qué pasará con la producción de esta popular, rica y nutritiva fruta, de la que generalmente podemos saborear en cualquier lugar su jugo o sus gajos?

¡Ah!, pero no solo como fruta se disfruta de la naranja (o china), sino que la podemos utilizar igualmente en diferentes recetas saladas en la cocina. Desde el refrescante jugo, prácticamente obligado en el desayuno, hasta un sabroso arroz a la naranja, pollo a la naranja, cerdo a la naranja, o una naranja caramelizada, en fin, hay distintas maneras de aprovechar todo su sabor, y por supuesto, sus propiedades nutritivas.