¿DÓNDE TERMINA… ESE CIELO?

¿DÓNDE TERMINA… ESE CIELO?

El Ser ha ido trasformando sus fundamentos de sustancia dócil en agresiva infidelidad. Indolente ante los vientres del origen, agrede indiferente la indefensión noble de una virginal naturaleza regalada junto a los verbos del principio de los tiempos. Cada vez más sensibles y vulnerables, las venas del planeta se desangran vencidas de impotencia, frente a agresivas y dislocadas respuestas. No asumimos que “NATURALEZA… ES LENGUAJE DE… DIOS”, y la supina irracionalidad que implica desafiar sus furias, podría precipitar el dramático final de los Mundos, el apocalíptico lenguaje de las iras enloquecidas que borrarían Tierra y Cielos.
Es presagiante la alteración climatológica y sistémica, evidente en la ocurrencia de notorios sacudimientos, su arrítmica frecuencia, la desproporción destructiva de estremecimientos y fenómenos naturales, nunca imaginados en siglos hasta hoy. Desamparamos nuestra impotencia culpable…en la desmesura merecida del castigo.
Perdemos de vista esta verdad. El “Caballero”, suele juguetear al ajedrez, trastornando con humor malicioso la ingeniería inmanente de la Creación. Confiado en que nuestra tímida inteligencia siempre será capaz de desempolvar y crecer de vista su sapiencia inalcanzable, ha decorado, con sabia ironía, todo un ángulo de enigmas, interrogantes y argumentos materiales, aparentemente irrefutables, desconcertando nuestra pequeñez frente a aquel vacío aparente de lógica y respuestas. Todo un reto ante nuestras futuras ecuaciones y lentos aciertos, sobre un destino universal concebible. Resabios del buen humor Divino… relámpagos interrogantes que castran aun toda científica pretensión… sazón de luz a la inteligencia obligada del hombre, en justificar finalmente su razón de ser. Solo aquel Ser de sapiencia y depurada inteligencia a “Su Imagen y Semejanza”, podría alcanzar poblar y justificar la Creación de este Universo.
Va, para quienes aún necesitan de andamios para observar los cielos; “aparejos”…un poco más sofisticados, que la sencillez convencida de cabalgar al pelo sobre la simpleza rotunda de la ¡FE!
Hago memoria entre mis años… una noche bohemia amanecida junto a las inteligencias del izquierdismo desbordado, mis inolvidables compañeros del rebeldismo René del Risco y Miñín Soto, empeñados en purgar mi lógica ideológica, intentando desmontar nuestra fe en la existencia de Dios. Adoro mi respuesta… eternamente válida y real, hoy y siempre… va para todos:“¿¡DONDE TERMINA ESE CIELO!?… Y SI TERMINA… ¿QUE HAY DESPUÉS?”…“SI UDS. ME DAN UNA RESPUESTA QUE YO PUEDA CONCEPTUAR CON LÓGICA SUFICIENTE, QUE NO SEA “LA CREACIÓN DIVINA”… QUIZÁS INTENTÁRAMOS MANOSEARLA….Su respuesta fue… el silencio!
Solo cuando la indolencia del Ser asumió que estaba provocando la extinción irremediable de la prehistórica especie de las ballenas de la faz de la tierra, procesando comercialmente su grasa como aceite combustible, volvió fríamente su mirada avara hacia el PETRÓLEO, sin tomar en cuenta que comprometía con ello, el destino de todo el planeta. El sacrificio de estos cetáceos, que todavía los enrarece, sería descontinuado alrededor de 1850.
“LA FUERZA GRAVITACIONAL QUE ACTÚA SOBRE UNA PARTÍCULA DE MASA SE DEFINE COMO EL “PESO”.
Luego, si afectamos la masa afectaríamos el peso y, en consecuencia, afectaríamos indefectiblemente la gravedad misma. Apocalípticamente riesgoso, porque la gravedad rige la armonía y equilibrio matemático del sistema, en todo el Universo.
El petróleo es un bien IRREPONIBLE. No hay cómo compensarlo. El peso y su masa desaparecen, cuando al consumir sus subproductos procesados, combustionándolos: (gasolina, gas, querosene, GLP, etc.) estos se volatilizan en el espacio y su peso se esfuma. Por más de 160 y tantos años hemos estado, ¡¡DIARIAMENTE!! extrayendo el peso enorme de tetrallones y tetrallones de barriles de petróleo de las entrañas del planeta desde distintos puntos, día por día.
HAY ALREDEDOR DE 8 BARRILES EN UNA TONELADA: 2,204.62 lbs. cada 8 barriles. Alrededor de 275 lbs., cada barril.
Si calculamos el peso matemáticamente inconcebible que hemos restado al planeta desde hace 167 años, calculando la masa y el peso eliminado a la tierra desde 1850 hasta hoy, el resultado es escalofriante. Tomemos la PRODUCCIÓN MUNDIAL de barriles de hace 8 años, (2009): 84,365,095 barriles ¡¡POR DÍA!! y el despilfarrador consumo: 84,249,000 barriles ¡¡POR DÍA !! Calcúlese el peso y masa por barril (275lbs.) eliminado desde 1850, asignando la explotación ¡POR DIA! que les dé la gana y trate de no desmayarse… asustarse o… suicidarse!
Las cavernas enormes que van quedando como gusaneras, carcomiendo el vacío en las profundidades del planeta en cada pozo petrolero explotado, cuya extensión y profundidades son sobrecogedoramente inimaginables, tarde o temprano, como monstruos hambrientos, colapsarán sin remedio. El Planeta ha perdido toda la MASA y el PESO que ha representado el petróleo extraído de los intestinos de la Tierra. Los resultados comienzan a palparse amenazantes.
La Fuerza de Gravedad del Planeta y su equilibrio en el Sistema Solar tienen que estar alterados, no pueden ser los mismos de hace 167 años. Cualquier cosa pudiera ocurrir, desde una luna que escapa, si no es que ya ha comenzado a alejarse, un bamboleo acentuado que es ya una realidad, la alteración del eje por los terremotos de Chile y Japón y sus consecuencias en las turbaciones irregulares climatológicas del tiempo en una Tierra cada vez más liviana, o un Planeta Tierra vagando sin destino en el espacio, hasta que se estrelle en un Apocalipsis de Gravedad tumultuosa, girando irregularmente alrededor de un Sol que va, a su vez, disminuyendo la fortaleza cohesionante de su Gravedad, al igual que la Tierra, comprometiendo a su vez el total equilibrio del Sistema, consumiendo irremediablemente, segundo a segundo, su masa y peso, entre las furias llameantes de sus descomunales temperaturas.
El Sistema está herido y condenado a desaparecer en un mañana inevitable, si es que no conseguimos antes crear la tecnología suficiente que nos permita obedecer al mandato lógico de conquistar, escapando hacia ese Universo que, sabiamente, nos abruma de opciones, incubando la inteligencia suficiente para acercarnos a aquella “imagen y semejanza”, o, sencillamente, cerrar la desaparición del hombre con el colapso final del Planeta y el Sistema, y se nos escape el deber, sin honrar el lógico sentido Bíblico de la presencia física del hombre justificando la Creación.
Si el Hombre desaparece… el Universo sería solo… piedra y silencio.
La respuesta a los Cielos y su conquista… es inevitable… no hay otra. Es inminente que aprendamos dónde están las iglesias, no solo las estridencias vacías “de Calle” sin mañanas y los púlpitos ebrios de los Templos de la “Vida Loca”. Tarde o temprano, aterrados entre pánico y lágrimas inútiles… irremediablemente… estaremos implorando de rodillas… ¡¡Misericordia Señor!! ¡¡Misericordia Señor!!

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