Quienes tenemos la oportunidad y el privilegio de escribir para la prensa, la televisión, la radio, uno que otro periódico digital, nos ocupamos de temas que creemos son los más importantes.

Todos queremos arreglar el mundo, pero eso sí, a nuestra manera, puesto que como olvidamos que somos “los demás de los demás”, entendemos que podemos contribuir a enderezar el mundo con nuestros enfoques, propuestas, planteamientos.

Los grandes problemas de la humanidad se ven porque constituyen un bulto grande, pero ese bulto está montado, sobre una pirámide que oculta innumerables pequeños problemas cuya solución contribuiría a que se resuelvan los asuntos macro.

Hay muchos asuntos que el Gobierno puede resolver, si tiene la buena voluntad de comenzar la solución, paso por paso.

¿Ha pensado usted qué hace el Gobierno con el dinero que recauda en tantísimos impuestos que nos aprietan las costillas, el pecho, la columna, los brazos, las piernas, la cabeza, que nos dificultan caminar, que nos ponen cada día más lejos las diversiones?

¿Qué hace el Gobierno con el dinero de los impuestos que cobra, cobra y cobra y solo devuelve un chorrito que ni siquiera moja los predios que necesitan agua para producir alimentos?

¿Qué hace el Gobierno con el dinero de los impuestos que no puede atender las necesidades de la educación: lápices, cuadernos, libros, laboratorios, canchas y equipos deportivos, computadoras y no tiene, no pone en práctica o descuida, la educación permanente para los maestros?

¿Qué hace el Gobierno con el dinero de los impuestos que cuando una persona va a un hospital, desde tiempos inmemoriales, no hay jeringas, no hay suero, no hay esparadrapo, no hay yodo, algodón, medicamentos esenciales para atender una emergencia y el paciente corre el riesgo de morir si el pariente que salió a buscar el medicamento encuentra la farmacia cerrada o carece del medicamento para algo más delicado que una cortada en un brazo?

¿Qué hace el Gobierno con el dinero de los impuestos que la escuela lo necesita todo y los hospitales públicos están en peor condición?

¿Qué hace el Gobierno con el dinero de los impuestos que no sea malgastarlo en sueldos, nóminas, nominillas y macuteos para familiares y amigos de funcionarios y miembros del partido?

¿Quién ha impuesto como una regla de oro que cada persona que ocupa un puesto público, elegido o designado mediante decreto presidencial, tiene que salir de la posición con una fortuna acumulada al amparo de la permisividad y la cobertura de la impunidad?

¿Quién ha dicho que el pueblo soportará el hambre indefinidamente mientras los funcionarios son cada día más ricos con dineros del erario?

Aún no hemos sido capaces de construir la paz, pero hemos hecho muchas veces la guerra. Evitemos.