Dormir bien, una  misión muy difícil

Dormir bien, una  misión muy difícil

EFE. REPORTAJES. Dormir bien equivale a descansar, y haber descansado supone estar en mejores condiciones para afrontar los desafíos del día siguiente. Sin embargo, el insomnio es un problema que se da cada vez más en nuestra sociedad porque nuestros hábitos cotidianos no son los más adecuados antes de meternos en la cama.

Entre bromas y verdades, el cantante español Enrique Iglesias confesó recientemente en Ciudad de México, en plena promoción de su disco “Insomniac”, que le cuesta mucho dormir y tiene que recurrir a las pastillas para hacerlo.

El vástago de Julio Iglesias, que es un ejemplo de famoso insomne, achaca su dificultad para dormir bien a que “soy muy hiperactivo”, y revela que había visitado a tres médicos expertos en la materia para intentar solucionar su problema, entre ellos un psicólogo que lo sometió a sesiones de hipnosis, pero sin éxito. El artista también aseguró que el galeno que más le ayudó a conciliar el sueño fue el que le dio “la pastilla más grande”.

Combinación de dificultades. Desde el punto de vista clínico, la característica esencial del insomnio primario consiste en la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o la sensación de no haber disfrutado de un sueño reparador durante un mes al menos. Los individuos con insomnio primario, como Enrique Iglesias, presentan muy a menudo una combinación de dificultades para dormir e interrupciones muy frecuentes del sueño durante la noche.

Sin embargo, no todos los que padecen insomnio sufren malestar o deterioro funcional como consecuencia de esa falta de sueño reparador, aunque se dan casos de insomnio crónico relacionados con falta de bienestar durante el día, que puede traducirse en alteraciones del estado de ánimo y de la motivación, o bien en una atención, una energía y una concentración disminuidas.

Este trastorno se suele asociar con un aumento del nivel de alerta fisiológica y psicológica durante la noche, junto a un condicionamiento negativo para dormir. Según explican los doctores López-Ibor Valiño y Valdés Miyar, expertos en la materia, la preocupación intensa y el malestar por la imposibilidad de dormir pueden generar un círculo vicioso: cuanto más intenta el individuo dormir, más frustrado y molesto se encuentra, y menos duerme. 

Pero existe el riesgo de activación condicionada del sueño en personas que permanecen acostadas en una cama sin dormir durante varias noches seguidas. Así, esos sujetos pueden quedarse profunda o levemente dormidos cuando no lo intentan. Por ejemplo mientras se encuentran delante de un receptor de televisión, mientras leen un libro o, lo que es más preocupante, cuando están manejando un auto.

Algunos pacientes con un estado elevado de alerta han manifestado en las consultas de los doctores que les trataron de su problema de insomnio que duermen mejor fuera de su dormitorio y de su entorno. Esto puede conducir a hábitos de sueño desadaptados, como echar la siesta, pasar demasiado tiempo en la cama o seguir un horario de sueño errático.

Chinos insomnes
El problema del insomnio preocupa a las autoridades sanitarias  porque es una patología que afecta cada vez a más personas en todo el mundo. Una investigación  del gobierno de Pekín reveló que el 38.2% de los adultos chinos sufre insomnio, una tasa que se eleva hasta el 60% en grandes ciudades. Datos revelan  que la  depresión es tres veces más frecuente entre los insomnes.

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