Dormitorio saludable para su hijo

Dormitorio saludable para su hijo

Planificar un dormitorio saludable para un niño es sencillo y no por eso más costoso. Sin entrar en exageraciones, son varios los factores que hay que cuidar al momento de armarlo: la temperatura y calidad del aire, la seguridad en torno a la cuna o cama, la facilidad de limpieza y el tipo de tela empleado para la ropa de cama y las cortinas.

Para empezar a equipar el dormitorio de su hijo o hija no deberán faltar la cuna o cama así como algún mueble con cajones para guardar sus pertenencias. Prefiera los de materiales naturales, como madera sólida.

Si no cuenta con mucho espacio, escoja cajonera o estante de una altura tal, que le permita utilizarlo también como mudador. 

Considere también las estanterías murales. Hay opciones que le pemitirán agregar un acento de color en los muros. La cuna o la cama es el elemento más importante dentro del dormitorio. Escoja una que sea sólida, firme, con diseño de líneas suaves y lisas, sin piezas sobresalientes (muy prácticas, en el caso de la cuna, a la hora de colgar juguetes).

Los barrotes no deben estar separados más de 6,5 centímetro para no dejar atrapada la cabeza del bebé si intenta meterse en medio de ellos.

La base del colchón tiene que ser fuerte y el colchón debe quedar cubriendo todo el área de la cama, para que el niño no quede atrapado a los lados de la cuna o resbale por los bordes.

Ropa de cama

Al escoger la ropa de cama, asegúrese que las sábanas no contengan componentes químicos ni colorantes, ya que pueden irritar la piel de algunos niños. Prefiera telas de algodón natural, sin teñir.

Para abrigarlo, en vez de frazadas es preferible optar por sábanas con estampados alegres y a la medida de su cama.

Los cojines no sólo entregan un aspecto de calidez, también protegen de golpes y –cuando son suaves– hasta pueden ser parte de la seguridad y el confort del niño. Es importante eso sí, que sean de materiales lavables, para conservarlos libres de polvo.

Pisos y cortinas

En las últimas décadas ha habido un importante incremento de casos de asma que se explican como reacciones alérgicas de los organismos al polvo y sus ácaros. Éste es otro factor importante a tener en cuenta a la hora de preparar un dormitorio saludable, ya que puede ser peligroso para bebés sensibles.

Existen materiales que atrapan el polvo con más facilidad que otros. Los expertos suelen recomendar evitar el uso de alfombras, cortinas y frazadas. Pero no se trata tampoco de crear un ambiente estéril.

Si se decide por instalar cortinas –que atrapan más polvo que las persianas– lávelas semanalmente en agua caliente para controlar los ácaros.

– También puede optar por la comodidad y agrado de una suave alfombra, basta con encargarse de mantener los ácaros a raya aspirándolos con frecuencia.

– Muy prácticos resultan los pisos de madera laminada, que le servirán hasta que el niño crezca: son resistentes, fáciles de limpiar, no acumulan polvo ni olores y tienen textura cálida y suave. Además hay opciones en diferentes colores.

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