Solo ha pasado un mes y unos días de la temporada de las Grandes Ligas del 2010, pero desde ya hay un tema vigente en los predios dominicanos. Y se trata de la excelente labor monticular que han presentado dos hombres de una edad similar y que combinando su juventud y un talento sobresaliente han puesto muy en alto el nombre de la República Dominicana.

Y es que desde la época en la que Pedro Martínez y Bartolo Colón engalanaron la Liga Americana y la Liga Nacional, no se había visto tanto talento junto.

Pero lo mejor de todo es que la pareja que conforman el derecho Ubaldo Jiménez, de los Rockies de Colorado, y el zurdo Francisco Liriano, de los Mellizos de Minnesota, presenta una calidad y dominio poco antes visto en la representación dominicana de las Grandes Ligas.

En el 2010, Jiménez ha hecho todo lo que se le puede pedir a un lanzador y mucho más.

El derecho lanzallamas, de 26 años de edad, ha hecho seis aperturas en la campaña y todas y cada una de ellas han sido de calidad extrema.

Incluyendo un partido sin hits en su haber, Jiménez tiene foja de 6-0 y una minúscula efectividad de 0.87 este año.

Lanzando generalmente en un parque hostil como el Coors Field, Jiménez ha superado las seis entradas de trabajo en todas sus presentaciones, en las que también ha pasado de los 100 lanzamientos.

La facilidad con la que Jiménez lanza por encima de las 98 millas por hora (y alcanzando las 101 millas por hora en varias ocasiones) han cautivado a los fanáticos y seguidores del béisbol.

La competencia para Jiménez en el viejo circuito no es nada fácil, si se cuentan nombres como los de Roy Halladay, de los Filis de Filadelfia; Tim Lincecum y Barry Zito, de los Gigantes de San Francisco; Adam Wainwright, de los Cardenales de San Luis.

El caso Liriano.  Por el joven circuito, el zurdo de los Mellizos, Francisco Liriano se ha dejado sentir con la misma fuerza con la que dominó en la pelota invernal dominicana, con los Leones del Escogido.

En un momento de la primavera se consideró ponerlo a lanzar como cerrador, pero por suerte para Minnesota lo dejaron como abridor.

Liriano es el mejor lanzador de la Liga Americana, con una foja de 4-0 y 1.50 de efectividad.

En un momento llevó una racha de 23 entradas sin permitir anotaciones y ha sido toda una sensación como “quinto abridor” de Minnesota.