Dos dedos de frente

Dos dedos de frente

No hay dominicano “normal” que no esté hoy preocupado por el futuro de nuestra sociedad. El concepto de “normalidad” es, desde luego, un punto de referencia impreciso y elástico. ¿Qué es la conducta normal? Se diría que es aquella que se ajusta a las reglas establecidas – a las normas-. Estas normas, a su vez, se definen “estadísticamente” por algo así como el “índice de frecuencia”. Da lo mismo que recurramos a otra expresión: las personas con “dos dedos de frente”, saben que se avecinan dificultades para la RD. Ningún psicólogo, ni anatomista, se atrevería a medir el lóbulo frontal con “dedos” o “palmos”.

No obstante, la gente “normal”, con “dos dedos de frente”, ve claramente que nos amenazan varios peligros al mismo tiempo. Europa, Japón, EUA, China, tienen sus propios problemas políticos y económicos. Sólo tangencialmente podrán ocuparse en asuntos de países pequeños. La RD arrastra un déficit fiscal que le obliga a emitir bonos y a contraer deudas con organismos internacionales. La formulación del presupuesto de gastos públicos se hace “deficitariamente de antemano”. Gracias a Dios, el Presidente de la República se ha empeñado en promover la producción agrícola. Todos perciben que la delincuencia ha arropado buena parte de la vida dominicana.

La democracia es un régimen político que requiere perentoriamente de la justicia. Para que la haya es preciso tener: buenas leyes, buenos jueces y buenas cárceles. En cualquiera de esos puntos puede naufragar la justicia. Lo cual acarrea la inconformidad colectiva, el “malestar político y social”. Un país sumido en la impunidad y la inseguridad, no apreciará por mucho tiempo las libertades públicas, los grandes valores de la democracia. En la mayor parte de los casos la gente opta por sacrificar la libertad en beneficio de la seguridad.

A todo esto hay que añadir dos complicaciones más: el camino que tomarán los conflictos resultantes de la inmigración de haitianos indocumentados; y quiénes serán los candidatos a la Presidencia de la República en las elecciones del 2016. Ambas cosas estarán estrechamente ligadas en los sentimientos de la población. Si los partidos son pocos, es imposible que los candidatos sean muchos. ¿Cómo escoger un camino con criterio “normal” o dos “dedos de frente”?

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