POR LOYDA PEÑA
Las pasiones políticas se desbordaron ayer en la Cámara de Diputados cuando dos legisladores del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), uno seguidor de Danilo Medina y el otro partidario de la reelección del presidente Leonel Fernández, se enfrascaron en una discusión que al instante envolvió a casi toda la bancada oficialista.

El “match”, que por unos instantes convirtió el hemiciclo en un pandemonium, se inició cuando el diputado Rubén Maldonado se acercó a la curul de su colega Alfonso Crisóstomo, apodado cariñosamente “Querido”, y lo acusó de estar comprando peledeístas para la reelección.

Crisóstomo le ripostó exigiéndole pruebas y resaltando su condición de peledeísta serio y disciplinado.

La respuesta de Maldonado a ese requerimiento fue un repetido San Antonio seguido de otros improperios.

“Co…, tu estás sonsacando gente a base de chantaje, este bloque es incorrompible co…, no creo que está vendido esto…”, profirió Maldonado en forma visiblemente airada.

En el “dime y dirite” Crisóstomo tildó a Maldonado de ser “un anarquista que trae un izquierdismo en la sangre como en los tiempos en que practicaban en la guardia”, e insistió en que él no está comprando gente para que apoyen la reelección.

“Yo no compro peledeístas, yo soy leonelista porque sé que Leonel (Fernández) es que tiene los números; yo no compro gente, yo convenzo gente porque soy veinte veces más dirigente que él (Maldonado), él lo que es es un anarquista”, insistía Crisóstomo.  

La anarquía se apoderó del hemiciclo cuando los que intentaron calmar la situación se vieron de repente discutiendo entre ellos mismos porque pertenecían a diferentes tendencias dentro del PLD.

“Maldita reelección”, se escuchó decir a un diputado peledeístas apodado “Pito”; “aquí nadie tiene la cintura con la correa para darle una pela a Leonel”, vociferó otro.

Los diputados Domingo Colón, Domingo Páez, Teodoro Ursino Reyes y Radhamés Fortuna trataron de contener la situación que volvió a resurgir cuando el último le dijo a Crisóstomo que lo que él buscaba era coger primera plana en los periódicos. “Cordura, cordura”, clamaba otro, a lo que Crisóstomo respondió que le pidieran cordura a Maldonado.

“El (Maldonado) fue quien vino a mi escritorio a ofender mi moral y mi dignidad diciendo que yo compro gente; igual me hizo un disparate el otro día, sin pruebas, y se lo perdoné él se equivocó”, dijo Crisóstomo quien nunca se paró de su asiento.

Maldonado volvió a arremeter en su contra pidiéndole evitar “que se le safe un tornillo como se le zafa a él (a Crisóstomo)”, e insistiendo en que hay funcionarios del gobierno utilizando los recursos del Estado para comprar peledeísta a los fines de que favorezcan la reelección.

El revuelo se apaciguó cuando, hasta diputados de los partidos de oposición, mediaron en el asunto.

HABLA VALENTIN

El presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, deploró ayer el incidente que se suscitó entre dos legisladores del PLD que responden a tendencias contrarias dentro de esa organización política, y recordó a todos los peledeístas que la única garantía de preservar la armonía en el Congreso y en el partido, es respetando cada uno el criterio del otro.

“Veo con pesar que hermanos colegas se dejen guiar por pasiones y permitan que diferencias internas se conviertan en situaciones que sea de conocimiento público”.

Agregó que además el Congreso Nacional es el lugar más impropio para debatir asuntos que corresponde al partido “porque aquí se viene a legislar y a representar, no a traer malquerencias ni querellas de poca monta”, puntualizó.

En términos similares se expresó Lidio Cadet, también del PLD, quien lamentó el incidente protagonizado por sus colegas, a quienes exhortó a actuar con moderación hasta tanto el Comité Político defina las reglas de juego para la elección del candidato presidencial de esa organización política.