No hay nada mejor, después de unas horas de compras en una tienda con marcas de afamados diseñadores, que sentarse en un lugar acogedor a degustar variados cocteles, postres y platos gourmets, sin tener que salir a ningún otro lado.
Eso es precisamente lo que los empresarios Patricia Lama de Bonilla y Luis José Bonilla, propietarios de la firma Stiletto, ofrecen a sus clientes en el Champagne Bar. Un espacio acogedor que inauguraron en compañía de amigos dentro de sus instalaciones de la calle Max Henríquez Ureña, del ensanche Piantini.