Dos grandes temas: corrupción e inseguridad ciudadana

Dos grandes temas: corrupción e inseguridad ciudadana

Está dicho de forma clara y definitiva, Luis encabezará un gobierno donde la corrupción será enfrentada con seriedad, sin desmayos, de ahí su propuesta que contempla profundos cambios en la administración del Poder Judicial.
Hay una parte de nuestra gente, que piensa que al gobierno se accede con el único y exclusivo propósito de convertirse en un potentado.
Esta gente, en su desesperada manera de hacerse ricos, ha pisoteado toda la escala moral y ha intentado crear una cultura que voltea el mundo al revés, para que lo malo sea bueno y lo bueno se mande de vacaciones.
Aquí hay una Suprema Corte de Justicia, convertida en un mercado de injusticia que mantiene abiertos miles de casos sin resolver, mientras cada uno de esos asuntos está en un limbo jurídico que afecta los intereses de nadie sabe cuántos ciudadanos.
Eso será cambiado. Eso tiene que cambiar, para ello, hay que buscar y convencer a personas serias que vayan a la judicatura, al gobierno, a las instituciones.
El Libertador, Simón Bolívar, decía que el problema no es crear instituciones sino hacerlas funcionar con ciudadanos que respeten y ejerzan el poder con apego a la escala moral. Hombres probos, decía, son quienes pueden hacer que las instituciones operen debidamente.
Ahora es Transparencia Internacional la organización que coloca a la República Dominicana, como fruto de sus mediciones e investigaciones, en un lugar privilegiado entre los países donde se práctica la corrupción de manera continuada, sin consecuencias, con absoluta impunidad auspiciada desde el gobierno.
En estas elecciones por venir, vemos como algunos politiqueros se lavan la cara, se afeitan o se dejan crecer la barba y el bigote y juegan a la desmemoria, entienden que cambar de partido, cambiar de discurso podrá convencer a los electores de que es otra persona, que es un nuevo Fulano de Tal. Olvidan, y quieren hacerlo pasar como oro de buena ley, que, aunque se vista de seda, la mona, mona se queda.
Provoca asco ver cómo quienes han gobernado 20 años, multiplicando de manera abusiva los préstamos internacionales, hipotecando el futuro, descuidando la solución de graves problemas, se presentan ante el electorado con caras de “yo no fui”, como un niño malcriado que pretende engañar a sus mayores.
Se trata de la misma gente que con un apetito desmedido, se ha dedicado, y muchos lo han logrado, a obtener fortuna mediante todo tipo de maniobras sucias. Es la misma gente que, desde posiciones de poder, ha contribuido al tráfico de drogas, a mirar hacia el otro lado ante la delincuencia que afecta a todos, en cualquier lugar, a cualquier hora.
Luis va a enfrentar no solo la corrupción, sino también la delincuencia que se roba la libertad y la tranquilidad de todos.

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