El viejo ascensor del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva no es apto para cardiópatas, hipertensos ni personas claustrofóbicas.

Ayer en la mañana cuando el elevador presentó una de sus acostumbradas fallas, dos hombres quedaron atrapados por alrededor de 40 minutos.

  El encierro de Simeón de los Santos y Pedro Mercedes, identificados como empleados de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), dejó al descubierto el deterioro del ascensor que da a la cuarta plaza del edificio que aloja 18 tribunales y a la Fiscalía del Distrito Nacional.

 Fue preciso  romper la puerta del elevador para rescatar a los trabajadores, que para su suerte, no mostraron signo de padecer de miedo a los espacios cerrados. Para colmo, el atasco del ascensor coincidió con la falla del sistema energético, una situación común  en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.

Este problema se suma al deplorable estado del drenaje del sanitario, de la deficiencia de los aires acondicionados y de la falta de seguridad policial en el edificio donde  operan las máximas autoridades de la Fiscalía de la capital del país. 

Decenas de curiosos se aglomeraron en la zona del elevador, en una acción que se repite una y otra vez, pero que parece ser normal para el señor que maneja el montacargas. El accidente de que fueron objeto de los Santos y Mercedes no se descarta que le suceda a cualquier funcionario del Ministerio Público y juez del Palacio de Justicia, quienes diariamente se elevan hasta la cuarta planta, donde está ubicado el restaurante.

 Hace poco, los sanitario tuvieron que ser sacados de servicio, para repararlos, porque estaban tapados. Luego, las oficinas pasaron días sin aire acondicionado y el hedor de la puerta por donde entran a los presos, es insoportable.