MAYAGUEZ, Puerto Rico. La República Dominicana es una gran fábrica de talento del béisbol y el mayor productor de peloteros para las Grandes Ligas fuera de los Estados Unidos.

Pero ahora también es una gran productora de material dirigencial, como ha quedado evidenciado en la versión 53 de la Serie del Caribe que se celebra en esta ciudad.

Dos de los cuatro dirigentes que se encuentran en el país son dominicanos, y ninguno de ellos está manejando al equipo campeón quisqueyano.

Los Yaquis de Obregón ganaron la Liga Mexicana del Pacífico y por primera vez en la historia un capataz dominicano se adjudicó ese título. Su nombre: Eddy Díaz.

“Me siento muy orgulloso de haber logrado ser campeón en México y es una distinción para mi poder representar a este país”, dijo el ex coach de Félix Fermín con las Aguilas Cibaeñas.

Los Yaquis comenzaron la Serie del Caribe con un triunfo ante los Toros del Este, de la República Dominicana.

¿Tuvo sentimientos cruzados Díaz al tener que enfrentar a su país?

“No, esto es un negocio y hay que hacer lo mejor posible para ayudar a su equipo a ganar. Aquí se me dio la oportunidad de dirigir y me siento contento de poder estar aquí con México”, agregó Díaz a redactores de Hoy.

Del otro lado aparece Julio César Franco, hoy manager de los Caribes de Anzoátegui, de Venezuela, y quien ayer hizo historia al medirse a Díaz en un choque de capataces dominicanos dirigiendo a países distintos a los suyos.

“Para mí fue muy placentero dirigir en Venezuela y ganar en mi primera oportunidad como dirigente en la pelota invernal. Le agradezco mucho a los Caribes por darme el chance de dirigir sin tener experiencia previa en estas faenas”, dijo Franco, de 52 años, y quien tuvo grandes profesores en Bobby Cox y Willie Randolph en su proceso de aprendizaje para tomar este puesto.

Franco y Díaz hicieron historia ayer al enfrentarse en el primer partido de la doble cartelera de la Serie del Caribe.

Aunque ninguno de los dos ha dirigido en su país, ya son campeones en el extranjero, un claro indicio de que el talento dominicano se extiende por todas partes… y no solo como peloteros.