Sao Paulo, (EFE).- Dos personas murieron por disparos de la policía y 12 fueron detenidas ayer en una nueva jornada de violencia desatada por el crimen organizado en el estado de Sao Paulo, esta vez contra edificios públicos, bancos, autobuses y comercios. La Policía Militar informó de que en total se registraron 78 ataques.

La nueva ofensiva, atribuida a la mafia de presos Primer Comando de la Capital (PCC), que en mayo y julio pasados había realizado acciones similares, dejó 22 autobuses quemados y causó daños a 34 agencias bancarias, 12 puestos de gasolina y un supermercado, según el comandante de la Policía Militar, coronel Elizeu Eclair Teixeira Borges.

También fueron blanco de los ataques una sede del Ministerio Público Regional en el centro de Sao Paulo, donde una bomba de fabricación casera destruyó la fachada y los ventanales del edificio, así como las oficinas de la Secretaría de Hacienda.  El fiscal Rodrigo Pinho atribuyó el ataque contra el Ministerio Público a las medidas que esa institución ha tomado contra el PCC, cuyos cabecillas dirigen desde las prisiones el crimen organizado en el estado de Sao Paulo.