Un velo de misterio rodea la muerte de dos niños que fallecieron ayer en el sector La Puya, de Arroyo Hondo. Su madre y otra hija quedaron inconscientes por una aparente sustancia.
Un velo de misterio rodea a la muerte de dos niños de una familia haitiana que fallecieron la madrugada de ayer en el sector La Puya, de Arroyo Hondo donde nadie sabe explicar qué fue lo que pasó.
De acuerdo con Rosanna Freikell, madre de Tony, de 6 años y Yudith Lambert Freikell, de 4, alrededor de las 4:00 de la madrugada su esposo salió a trabajar y ella quedó en casa con los niños cuando de repente percibió algo que no puede describir, tuvo un mareo y cayó al suelo.
La versión es completada por una hija de 13 años, Kim Marie, quien explicó que tras sentir algo extraño en su vivienda despertó y vio caer al suelo a su mamá y, asustada, fue a la cama con sus dos hermanitos pero cuando tocó a Yudith y Tony estaban como muertos.
Dijo que fue a la cama de su otra hermana, Esnaidine, de 10 años, a quien notó aturdida y que no reconocía a nadie y fue entonces cuando gritó por ayuda.
Enmanuel Noviembre, vecino, expresó que ante la alerta de la niña llamaron al destacamento policial de la zona, cuyos agentes llevaron a Esnaidine, Rosanna y a la madre, a recibir atenciones médicas.
A los otros dos, los agentes los encontraron muertos y los trasladaron a Patología Forense.
Confusión. Las niñas fueron trasladadas a la clínica La Cuesta, de La Puya y, supuestamente, de allí al hospital Robert Reid Cabral.
En la citada clínica se informó que al llegar allí, la niña Esnaidine estaba desorientada y no reconocía a sus familiares ni a ella misma, por lo que la refirieron al hospital Robert Reid Cabral.
La versión de que fueron llevadas al Reid Cabral fue confirmada por los familiares de la niña que ayer reposaba en un camastro, tras ser dada de alta, sin embargo, en el hospital no figura registro alguno de que la menor haitiana haya llegado hasta allí.
En los libros de emergencias atendidas no figura su nombre ni algún otro similar, lo que impide establecer las condiciones en que llegó y el diagnóstico.
Unidos en la tragedia. Decenas de haitianos rodeaban la cama en que reposaba Esnaidine visiblemente sedada y varias cuadras después la escena se repetía en casa de una vecina que acogió a Rosanna.
El padre preso. Todos reclaman que la Policía libere a Jean Lambert, el padre quien, según los vecinos, se encontró con la tragedia en la mañana cuando regresó de trabajar y dicen que fue golpeado y apresado por agentes que los habrían llevado al Palacio de la Policía. Los vecinos resaltan el cuidado que dispensan Rosanna y Jean a su familia, que ahora de seis se redujo a cuatro miembros.
Vecinos se niegan a creer lo sucedido
Decenas de personas, en su mayoría de nacionalidad haitiana, no dejaban de entrar al local del patronato social Justino Montalvo del referido sector para contemplar los dos pequeños ataúdes que, subidos cada uno en dos sillas, contenían los cuerpos de los infantes.
Anoche vecinos de la familia y residentes de la calle 3 de la Puya de Arroyo Hondo, donde estaban expuestos los dos cuerpecitos, se mostraban incrédulos del posible envenenamiento de los infantes por parte del padre y algunos hasta insinuaron otras posibles causas.
Yo creo que en esa casa hay algo porque ellos decían que no podían dormir por las noches, que había algo que les molestaba, dijo una de las vecinas de la familia.
Luis Santivier, tío segundo de los niños, único familiar que estaba en el velatorio, dijo no saber qué hacer con los cuerpos ya que el padre está preso y la madre, aunque le habían dado de alta en el hospital Francisco Moscoso Puello, no podía hablar.
Dijo que Jean Lambert adoraba a sus hijos y que se trataba con Rosanna como si fueren dos palomas, que tenía como ocho meses que los había traído de Haití porque a raíz del terremoto la casa se había cuarteado y la policía les impedía vivir en ella. Supuestamente para el viaje hizo una deuda de 5,000 pesos, que aún está pagando.
Ayer en el hospital Francisco Moscoso Puello, donde fue atendida Rosanna, fue imposible conseguir el parte médico, aunque una enfermera afirmó que sótlo la medicaron con un antialérgico.