Dos políticas contrarias  ante la demanda agregada

Dos políticas contrarias  ante la demanda agregada

Reflexionando sobre estos cuatro últimos años, ahora que el polvo se ha asentado, hay que hacerse, inevitablemente, una pregunta: ¿Cuál fue el factor determinante que permitió qué saliéramos tan bien de la crisis del 2004?

Cuando se mira descarnadamente, ha de concluirse que salimos de la crisis del 2004 porque, con el apoyo del FMI y un manejo ordenado de la economía, la República Dominicana  se convirtió en una gran receptora de capitales internacionales.

Tantos y tantos capitales (un dólar de cada cinco de los que nos entran por cualquier concepto) que pudimos, sin estridencias en la deuda externa, (aumento de sólo US$1,186 mm de dic. 2004 a dic. 2007) llegar a sostener un déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos de  US$2,128 mm en 2007.

Tantos y tantos capitales que en el periodo2003-2007 las importaciones crecieron a un  22% anual, muy por encima del crecimiento de la economía.

Tantos y tantos capitales que con ese consumo de divisas, el país además acumuló Reservas Internacionales Netas (RIN) de US$2,366 MM (a julio de 2007), mientras la tasa de cambio, se desplomó en 2004 y se ha mantenido prácticamente sin variación.

Además de permitir financiar nuestras necesidades (y deseos) en dólares, los capitales foráneos fueron en última instancia los que  permitieron al Banco Central (BC)  vender cada Certificado de Participación (CPBC ) que necesitó vender, algunos a largo plazo, sin presionar el mercado de dinero, al punto que las tasas de interés bajaron a mínimos históricos.

La abundancia y confianza de los capitales permitió que en septiembre de 2007 la tasa de 30 días del BC fuese 7.36% anual en RD$, mientras que la FED tenía una tasa de 4.75% anual; una diferencia de riesgo para una moneda “blanda” de un país en desarrollo contra los Estados Unidos de 2.61%.

Este envidiable comportamiento macroeconómico, además, estuvo acompañado de alto crecimiento de la economía y de un aumento tan significativo en las recaudaciones, que permitieron financiar enormes subsidios, especialmente nominas improductivas (un subsidio como cualquier otro), electricidad y gas; aún así, las cuentas del gobierno terminaban en superávit fiscal, con lo que pasamos  las revisiones de nuestro programa con el FMI.

Reitero: Sin  la fortísima entrada de capitales, la situación hubiera sido muy distinta.

Septiembre 2007- marzo 2008: Crisis del mercado financiero de EE.UU., aumento del precio del petróleo y de  los alimentos

Casi por sorpresa, se presentan, simultáneamente, la crisis financiera mundial originada en los créditos “subprime” y se confirma una reducción del crecimiento mundial. Y  suben el petróleo y los alimentos.

Petróleo y alimentos aumentan, más agudamente, en el primer trimestre del año 2008, víspera de las elecciones nacionales.

La FED contrarresta la crisis financiera inundando de dinero el mercado financiero, bajando su tasa a 2% anual. Por lo tanto, el fenómeno tiene un efecto mixto para la RD. Todavía es difícil de dar un veredicto si, al final, esta crisis nos va a perjudicar.

La economía necesitará en 2008,  conservadoramente, unos US$ 2,500 MM más que en 2007 para consumir lo mismo, por el aumento en el precio del petróleo, los alimentos y las materias primas básicas.

Como no es  esperable un cambio radical en la política de subsidios a la energía, no pueden esperarse grandes reducciones en las importaciones. Poco aportarán, en conjunto, los ingresos corrientes (exportaciones, turismo y  remesas). Una parte (quizás hasta US$400 mm) provendrá de aumentos en el nivel de endeudamiento  internacional no atado a proyectos específicos (al estilo Petrocaribe, US$ 280); Hay un crédito en el balance del Banco de Reservas por US$ 400 MM al “sector publico” pero no se conoce si es de corto plazo, tipo “puente” o si va a permanecer de forma permanente. Consecuentemente, la esperanza está puesta en mayores inversiones extranjeras, (directas y de cartera). Un proyecto importante podría ser la nueva mina de oro, todavía de incierto comienzo.

Lo que falte, tendrá que provenir de consumir las reservas internacionales. Dos reacciones muy distintas ante el estímulo externo: La monetaria y la fiscal

Ante estos estímulos, el BC hizo todo lo posible para desestimular la demanda agregada, evitar devaluación e inflación y proteger la rentabilidad de los CPBC.

El gobierno por su parte hizo todo lo posible para estimular la demanda, gastando sin freno, porque tenía por delante unas elecciones que ganar.

Paradójicamente, ambos coincidieron en  el objetivo de mantener la tasa de cambio.

El BC, a partir de septiembre de 2007 comenzó a aumentar la tasa de interés y a hacer más ilíquida la economía. La tasa a 30 días (notas) del BC pasó de 7.36% anual a septiembre de 2007 a 10.67% anual al 6 de agosto. (1).

La cifra

2,500 millones de dólares.  Es la cantidad de divisas que necesitará conservadoramente la economía dominicana en 2008 para consumir lo mismo que en el 2007, por el alza del petróleo, de los alimentos y de las materias primas en los mercados internacionales.

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