Cuando tenía 13 años, Aramis Ramírez no tenía claro cuál sería su futuro deportivo.

Jugaba baloncesto, iba de manera informal a los estadios de pelota, en fin, dando vueltas.

Pero, a los 14 años, visitó la Academia La Javilla y lo vio José “Vivo” Carmona.

De inmediato, Vivo llamó a su madre, y le dijo: “Mire, ese muchacho tiene futuro de pelotero”.

Eso entusiasmó a Aramis y tomó en serio esa profesión.

Puede leer: Quieren engañar a Juan Soto

“Luego, cuando llegué a Estados Unidos pasé mucho trabajo. Dos veces pensé en dejar el béisbol, incluso, una vez mi padre me dijo, si es para estar pasando vergüenza, mejor ven para acá”, contó Aramis durante una entrevista para el diario HOY y los programas Impacto Deportivo radio y televisión.

Luego de superar muchos obstáculos logró su sueño.

“La gente ve lo que pasó luego, pero tuve que batallar mucho. Y a veces es mejor así. Cuando luchas mucho, entonces valoras más lo conseguido”, agregó Aramis.

Ahora mira hacia atrás y se siente orgulloso de sus logros.

Puede dar consejos, atesorar su familia, sus amigos, y se considera una persona realizada.

Tiene a muchos amigos que agradecer, los quiere y los respeta.

Rico, pero modesto

Si usted verifica el BaseballReference, encontrará que ganó mucho dinero, pero Aramis no hace ostentaciones.

Tiene todo lo que le gusta y sueña un ser humano, pero no es su estilo andar “fronteando”.

Se declara feliz con su familia, le gusta la televisión, sigue Lidom y es fiel fanático de los Tigres de Licey.

En conclusión, se siente realizado.