Marylin Montero Montero y Milqueya Urbáez Minyeti se sumaron ayer a las alarmantes cifras de feminicidios que ascienden a 118 víctimas.  Fueron asesinadas por sus parejas en Santo Domingo  Este y en San José de Ocoa.

El miércoles  Montero Montero, la mujer que ayer fue asesinada y violada por su pareja, durmió en casa de su madre para evitar que  la matara como había amenazado.

Esa misma precaución no la tomó anoche cuando su concubino el sargento del Ejército  Miguel Valdez Lebrón, cortó los cables  eléctricos, entró a la pieza que compartía Marylin con sus tres hijos mayores, los cuales no eran de Miguel, la violó a pesar  que estaba menstruando, la asfixió y finalmente le atravesó la garganta con un machete, dejándola en la cama  muerta.

Valdez Lebrón tras cometer el crimen tomó una sustancia tóxica para envenenarse pero no logró su cometido. La Policía Nacional indicó que está recluido en la unidad  de cuidados intensivos del hospital Central de las Fuerzas Armadas.

Frustración.  El hijo mayor de la víctima encontró el cadáver  con visibles signos de violencia y a su lado también la carta que el matador había dejado que decía: “Yo, Miguel, la maté porque me estaba pegando los cuernos. Por fin cumplí mis sueños”, dijo el adolescente a HOY.

El niño  de 13 años que pasó a séptimo de primaria explicó que no escuchó nada, tampoco su hermana, pero al ver que la niña que dormía junto a la madre se trasladó a la otra habitación por petición de Miguel sospecharon que algo ocurría.

 “Nos levantamos pero como no había luz no vimos  a mami en la cama. Yo fui a buscar a mi abuela para decirle que Miguel golpeó a mi mamá y que no la encontrábamos, pero cuando volví mi hermano había prendido una vela y ahí la vimos muerta con el cuchillo atravesado en el cuello”, dijo la niña llorando.

Mientras  el adolescente   afirmó que ver a su madre asesinada lo entristeció. “Yo me enojé con él por lo que hizo, me dan deseos de matarlo”.

En la calle Costa Azul de Brisas del Este en Santo Domingo Este, donde ocurrió el horrendo asesinato, doña Diamira Montero Ogando, madre de la víctima, no puede siquiera levantar la mirada. “¡Ay mi hija, me mató a mi muchachita!”, así se lamenta con la voz entrecortada la señora enferma de diabetes, hipertensión, problemas cardíacos y un parásito en la cabeza.

Hermanos de la joven afirmaron que tenían más de un mes separados porque  era celoso y violento con los tres niños que no eran suyos. “Él los golpeaba hasta con cables de teléfono y los estrellaba contra las paredes”, señalaron los vecinos.

Valdez Lebrón tenía varios días diciendo que iba a matar a quien fue su concubina por seis años y madre de sus dos hijos de 4 y 2 años, a quienes llevó a casa de sus familiares en Elías Piña antes de matarla.

Zoom

En  Ocoa

Milqueya Urbáez Minyeti murió a consecuencia de heridas punzantes en el abdomen, la cara y el cuello, que le propinó su compañero sentimental Yovanny Valentín Guerra Victoriano, quien posteriormente se suicidó al ahorcarse en la habitación de la vivienda ubicada en el sector Sabana Grande, de San José de Ocoa. La Policía explicó que ambos cadáveres fueron encontrados en la referida casa por familiares, quienes dieron parte a las autoridades. El informe preliminar del caso refiere que la pareja se enfrascó en una acalorada discusión por alegados motivos pasionales. Urbáez y Montero elevan la cifra de feminicidios este año a 118.