Tanto el pasado gobierno de Hipólito Mejía, como la actual gestión del PLD han negociado y firmado acuerdos comerciales con las dos principales potencias económicas del mundo: El PRD con Estados Unidos y el PLD con la Unión Europea. Las diferentes maneras como se negociaron estos acuerdos y los logros obtenidos de los mismos es un gran ejemplo de cómo cada partido enfrenta la dirección del Estado y la defensa de los intereses nacionales, y debe servir de punto de referencia para los dominicanos a la hora de decidir por quién votar el próximo 20 de mayo.

Ell gobierno de Hipólito Mejía negoció un acuerdo comercial con Estados Unidos después de que se anunciara un acuerdo de libre comercio entre la potencia norteamericana y cinco países centroamericanos (El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica). Estos cinco países empezaron a negociar con Estados Unidos en enero del 2003 y concluyeron sus negociaciones entre diciembre del 2003 y enero del 2004. Es decir, los países de Centroamérica duraron 12 y 13 meses negociando con Estados Unidos antes de que el gobierno de Hipólito Mejía se diera por enterado. El gobierno del PRD, en vez de entablar una negociación directa con Estados Unidos, lo que hizo fue adherirse al acuerdo que los centroamericanos ya habían negociado en enero del 2004, cuando ya las negociaciones habían concluido.

¿Qué se logró a favor de los productores locales con la firma del DR-CAFTA? Relativamente poco, ya que antes del DR-CAFTA la mayoría de nuestras exportaciones ya recibían un trato arancelario preferencial en Estados Unidos y el país ya contaba con un acuerdo de libre comercio con Centroamérica. Lo que hizo el DR-CAFTA fue permitir la entrada de una mayor cantidad de productos libre de arancel desde Estados Unidos y Centroamérica. Más de 4,700 productos han sido desgravados totalmente por el DR-CAFTA, y aún quedan unos 1,200 productos más que seguirán desgravándose hasta el 2026, incluyendo la leche en polvo, el arroz, y las carnes de pollo, res y cerdo. El país también realizó una concesión al extender los plazos de protección para derechos de autor y de patentes, en perjuicio de nuestra industria farmacéutica. Al querer improvisar con el DR-CAFTA, el gobierno de Hipólito Mejía concedió de todo y recibió muy poco a cambio. Eso no es negociar para defender los intereses de los productores y trabajadores domésticos.

Por otro lado está el Acuerdo de Asociación Económica entre la Unión Europea el bloque de países del Foro del Caribe (EPA, por sus siglas en inglés) negociado y firmado por las actuales autoridades. El gobierno del PLD estuvo involucrado en las negociaciones desde que iniciaron, y representantes de la República Dominicana estuvieron entre los negociadores principales del bloque caribeño. Con el EPA se logró proteger y promover los intereses de las industrias nacionales, se consiguió excluir de las negociaciones a productos sensibles, como el pollo y las carnes de res y de cerdo, y se lograron plazos de desgravación de 25 años para otros productos sensibles, como la leche.

Con este acuerdo también se obtuvo una cuota de 30 mil toneladas métricas para el azúcar dominicano en el mercado europeo, y productos como el ron, tabaco, cacao, banano, aguacate, mango se les concedieron preferencias arancelarias en el viejo continente. Además se crearon mecanismos legales para proteger a los inversionistas nacionales del sector del turismo de prácticas anticompetitivas por parte de los tour operadores europeos. El EPA también garantiza el financiamiento por parte de la Unión Europea de programas para mejorar la competitividad local y de asistencia al sector eléctrico. En fin, el EPA sí significó una verdadera negociación donde protegieron los intereses del país.

El DR-CAFTA y el EPA ilustran muy claramente la diferencia entre la forma de gobernar de Hipólito Mejía, y el PLD. A la hora de comprometer al país con un acuerdo comercial con la economía más poderosa del mundo, el gobierno del PRD actuó improvisada y precipitadamente. Como resultado, el país recibió menos de lo que concedió.

En cambio, el gobierno del PLD demostró con el EPA que no improvisa cuando están en juego los sectores productivos del país y negoció un acuerdo en el que el país recibió beneficios que superan las concesiones que otorgó.

El autor es Director General de Aduanas, ex-Superintendente de Bancos y ex-Director de la Oficina Nacional de Planificación.