DR Jazz Festival enciende la zona norte con una variada propuesta

DR Jazz Festival enciende la zona norte con una variada propuesta

TROI ORLANDO ESPEJO. SOSÚA, PUERTO PLATA. Luego de la tremenda demostración del ex béisbolista Bernie Williams y los dominicanos Pengbian Sang & Retro Jazz el pasado jueves en el Parque Independencia de Puerto Plata en la apertura del DR Jazz Festival, la rumba siguió su curso hacia Sosúa y Cabarete en los días siguientes.

El pasado viernes las instalaciones del Amphitheater Areito en Amhsa Marina Hotel & Resort fueron las encargadas de recibir a los cientos de personas que disfrutaron del extraordinario concierto ofrecido por las agrupaciones de Miguel Andrés Tejada & Bolero Blue y los extranjeros Richie Flores Group.

Con su piano y sus músicos, Tejada protagonizó el opening de la noche con una serie de temas emblemáticos entre los que se encontraban “Inolvidable”, “Piel Canela”, “Sabor a mí”, “La bikina” y un estreno para el festival titulado “Rumbeando”.

Luego se le pasó la antorcha musical a los ritmos latinos con el percusionista boricua Richie Flores y sus “ángeles musicales”, quienes en voz de Marysit Delgado realizaron “Amigos”, “Latin lover”, “Elena” y “La vida de quita y te da”.

En cada tema Flores literalmente le sacó chispas a sus congas logrando las más grandes ovaciones en las dos horas y media que duró el show completo.

Cabarete. Para la noche del sábado el jazz se fue a orillas de la playa de Cabarete con tres propuestas artísticas: Joshy & his 4 jazz, los estudiantes de Berklee Global Jazz Institute, el percurcionista peruano Alex Acuña y el “showman” Abraham Laboriel con su bajo. En esta ocasión la jornada jazzística se volvió multitudinaria desde las 8:30 de la noche.

Luego las grandes ligas del jazz tomaron el cierre del sábado con una descarga intensa, al dar paso a Abraham Laboriel y Alex Acuña, acompañados de Iván Renta, de Nueva York, junto a Manuel Valera, de Cuba. El repertorio amplio y creativo de estos extraordinarios instrumentistas arrancó en varias ocasiones la ovación de los presentes. Las piezas fueron una especie de “freestyle” de jazz que prolongó la fiesta hasta pasada la media noche.

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