Dr. Mariano Defilló Ricart

<p>Dr. Mariano Defilló Ricart</p>

JOSÉ DE JS. JIMÉNEZ O.
El pasado 31 de enero de este año cumplió un año más de vida el distinguido médico Dr. Mariano Defilló Ricart, conocido a nivel nacional e internacional. Creo que el mejor regalo de cumpleaños lo constituye el poder señalar algunos de los logros de su muy prolífica vida.

Nació en Santo Domingo, hizo sus estudios primarios en el Instituto Escuela finalizándolos en 1948. Pasó a la Escuela Normal graduándose de Bachiller en 1952. Ya comenzaba a demostrar su clara inteligencia ganando la Medalla de Oro al haber obtenido el mejor promedio en sus notas de todos los estudiantes de su grupo.

El joven Defilló era diferente a los demás muchachos en el sentido de su seriedad, puntualidad, inteligencia, así como por su temperamento sereno y reflexivo. Sobresalía de los demás en todas sus actividades. Fue un gran deportista. En el juego de ping pong le ganaban muy pocos, pero donde verdaderamente descolló fue en tenis. Nadie tenía sus reflejos ni su agilidad. En sus años de Escuela Normal fue electo Campeón Juvenil de Tenis en 1951, hazaña que repitió en 1952.

Inició sus estudios de Medicina ese mismo año graduándose con notas brillantes en la Universidad de Santo Domingo. en 1958. Por su brillantez como estudiante se le nombró Instructor del Laboratorio de Parasitología en la Universidad en el lapso 1954-1957. Es decir que fue profesor de quienes fueron prácticamente sus compañeros. Mientras todo esto sucedía, en su muy escaso tiempo libre continuaba siendo campeón o sub-campeón nacional de Tenis en el período 1952-1958. Esto motivó que en 1984 fuera exaltado al Salón de la Fama del Deporte Dominicano como Inmortal en la categoría de Tenis.

Al graduarse como Médico en 1958 aplicó al Hospital General de Ottawa, Canadá, donde fue aceptado, comenzando su Internado el primero de enero de 1959. Allí permaneció por espacio de tres años hasta el 30 de junio de 1962.

Quien humildemente escribe éstas líneas fue testigo de la brillante labor del Dr. Defilló en ese hospital. A mi modesto parecer, sobresalía entre los demás Médicos Residentes por las preciosas cualidades con que vino dotado al mundo. En el hospital, los propios médicos del staff le veían con respeto: Fidler, Berkman, Villeneuve, Valois, Smiley, etc.

En ese hospital perfeccionó los idiomas inglés y francés. Fue luego aceptado en el afamado Instituto de Cardiología de Montreal el primero de junio de 1962 donde permaneció por espacio de cuatro años, hasta el 30 de junio de 1966.

A su regreso al país en ese año fue cuando la vida de este prestigioso médico se complicó, resultando imposible seguirle los pasos en orden cronológico ya que esto es prácticamente un resumen de su vida. Ha sido profesor de Medicina en la prestigiosa Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña desde 1969. Ha impartido multitud de materias que abarcan varias sub-especialidades dentro de la Medicina Interna.

Ha sido uno de los médicos más actualizados en el país, suscrito a multitud de journales. Todo este esfuerzo le mereció ser declarado por la UNPHU como “Profesor Distinguido” en 1993. Desde 1969 se ha desempeñado como Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Infantil Robert Reid Cabral así como jefe de Medicina Interna y posteriormente director de la Escuela de Medicina de dicha universidad. Ha desempeñado más de 100 cargos diferentes dentro y fuera del país lo cual resulta imposible señalar, algo increíble.

En otro orden, el 30 de enero de 1979 junto a su distinguido amigo y prominente médico Dr. Julio Ml. Rodríguez Grullón lograron editar la revista “Acta Médica Dominicana”. Todo aquel que pretenda escribir sobre la historia de la medicina en el siglo XX tendrá necesariamente que revisar esta revista.

Sus publicaciones médicas sobrepasan por mucho más del centenar, algunos de estos trabajos publicados en revistas canadienses, españolas y mexicanas. Ha presentado trabajos en más de 30 diferentes congresos internacionales. Citaremos algunos países: Buenos Aires (Argentina); San Juan (Puerto Rico); Guadalajara (México); La Habana (Cuba); Río de Janeiro (Brasil); San Salvador, Puerto Príncipe, Nicaragua, Santo Domingo, etc.

Ha asistido a una verdadera multitud de congresos médicos por todas partes del mundo: Moscú, Washington, Berlín, Montreal, Caracas, Argentina, México, Panamá, Costa Rica, Miami, Philadelphia, Atlanta, Basilea, Ecuador, Uruguay, etc. Es esto un resumen.

Ha recibido todo género de honores en su muy prolífica vida, dentro y fuera del país que sobrepasan los 70. Voy a mencionar solo algunos.

1.- Medalla de Oro en la Escuela Normal como el mejor estudiante.

2.- Fellow de diferentes instituciones: American College of Cardiology, American Academy of Pediatrics; American College of Chest Physicians; International College of Angiology, etc.

3.- Miembro de la Academia Dominicana de Ciencias, recibiendo el Laudatio Académica, la más alta distinción que otorga dicha academia.

4.- Condecoración Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero.

5.- Medalla al Mérito Santo Domingo de Guzmán.

6.- Reconocimiento del Ayuntamiento del Distrito Nacional.

7.- Maestro de la Medicina Dominicana.

8.- Profesor Distinguido de la UNPHU.

9.- Inmortal del Deporte Dominicano.

10.- Editor de Acta Médica Dominicana.

Todo esto será una sorpresa, un regalo de cumpleaños como señalamos para el Dr. Defilló, pidiéndole perdón por haber pretendido sumarizar su muy prolífica vida en unas meras tres paginitas, aunque llenas de mucho cariño, afecto y distinción.

Estamos frente a un gran médico, cuya fama se ha extendido hasta alcanzar respeto internacional. Políglota, maestro, investigador, escritor, viajero internacional con una vasta cultura general. El hombre que ha sabido ascender hasta topes de gloria científica: sin marearse. Siempre el mismo hombre sencillo, el amigo leal, el hombre de imagen pulcra en cualquier situación o lugar.

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