HOMERO LUIS HERNÁNDEZ SÁNCHEZ
El día 19 de este mes de enero se recuerda y honra en todo los Estados Unidos el Dr. Martín Luther King. Incansable guerrero contra la brutalidad del racismo, quien dedicara toda su vida adulta a la lucha por la eliminación de las diferencias raciales en los Estados Unidos. Hijo y nieto de Pastores protestantes de Atlanta, Georgia, el Dr. Martín Luther King combinó su herencia y fervor cristiano con el deseo pasional en búsqueda de una armonía racial.

Enfatizó en su mensaje, abrigó los principios de Ghandi, organizando y dirigiendo marchas y movilizaciones pacíficas como parte de su no-violenta resistencia a la segregación racial.

Varias veces encarcelado, su familia y amigos vejados, su casa atacada y quemada, Dr. Martín Luther King respondía en frases de nobleza y caridad: «debemos amar a nuestros hermanos blancos, no importa lo que ellos nos hagan».

En enero de 1957 formó junto a otros luchadores antisegregacionistas, el Southern Christian Leaderhtp Committee, uno de los más poderosos movimientos en defensa de los derechos civiles.

El Dr. Martín Luther King dio el movimiento de los derechos humanos más poder y confianza en virtud de su propia inseguridad y liderato.

En agosto de 1963, en Washington, D.C. cuando manifiesta de manera enérgica y clara sus principios y lucha en su discurso I Have a Dream (Yo tengo un sueño) pronunciado frente a cientos a miles de seguidores, el Dr. Martín Luther King se consagra en la historia contemporáneo de los Estados Unidos como un nuevo Abraham Lincoln.

Lejos de su mente estaba que a los seis días de haber recibido el Premio Nobel de la Paz, sería encarcelado en su propio país por acusaciones falsas de agitador social y comunista.

A pesar de su total dedicación a la no-violencia y a la lucha pacífica el Dr. Martín Luther King es asesinado en Memphis, Tennesse el día 4 de abril de 1968 por un fanático, James Earl Ray.

Al morir el Dr. Martín Luther King nos deja un legado de ejemplo de lucha en contra de la injusticia. Su discurso Yo tengo un Sueño es el mejor testimonio de sus nobles ideales.

Dr. Martín Luther King, yo también rehuso como usted rehusaba en su discurso en Oslo recibiendo el Premio Nobel de la Paz, que la naturaleza actual del hombre lo haga moralmente incapaz de lograr el eterno deber que siempre confronta.

Yo también rehuso como usted a aceptar el punto de vista que supone que el ser humano está trágicamente atrapado por la noche oscura de la injusticia y la guerra y que el amanecer radiante de la paz y hermandad no podrá ser jamás una realidad.

Yo también digo hoy, en su día, que a pesar de que enfrentamos las dificultades de un presente y un mañana, yo aún así, yo también tengo un sueño.

Dr. Martín Luther King yo también tengo un sueño. Un sueño latinoamericano inspirado en los nobles ideales de nuestros Libertadores.

Yo también tengo un sueño. Que los pobres, los desamparados, los injustamente marginados, desde el sur del Río Grande del Sur hasta los limites de la Patagonia, sean oídos y sus reclamos redimidos.

Yo también tengo un sueño en que nuestras montañas, nuestros ríos, nuestros mares y nuestros llanos, sean fuentes proveedoras para nuestras generaciones venideras, no reservorios naturales de explotación del extranjero.

Dr. Martín Luther King yo también tengo un sueño de ver los niños de ustedes de Alabama, Georgia o Mississippi, blancos, indios y negros que unan sus manos como hermanos y hermanas. Y que los negros, mestizos indios y blancos de nuestro continente latinoamericano unidos también ellos de sus manos puedan recibirlos a los del norte como hermanos, no como opresores y oprimidos.

Yo también tengo un sueño Dr. Martín Luther King: Paz, Justicia y Comprensión para América Latina.