Pocas cosas enseñan tanto como la muerte. Mucho más si se trata de una gran amiga a la cual podría catalogarla como a una hermana.
Cristina querida, eso fuiste para mi y lo sabes.
Te hablo en presente porque aunque no estás físicamente entre nosotros, por la fe que tuviste y serviste al único Dios que une a su pueblo.
Tu de religión judía, quien les escribe, católica. Eso no impidió que oráramos juntas. Que fuerza tenía tu oración.
Cuanto aprendí de la misma.
Esa fe que te hizo responder al que le toco revelarte lo grave de tu enfermedad que tu no le tenias miedo a la muerte.
Esa gran enseñanza que nos diste a los que tuvimos el privilegio, honor y bendición de despedirte, de regalarnos tu mejor sonrisa.
Tu permiso a que orara junto a tu lecho invitando a María con la Salve y tu terminarla.
Tus palabras para mi ante una de mis ocurrencias para verte sonreír diciéndome, ay Noni eres especial, si no hubieses existido, habríamos de inventarte.
No Cristina. Soy yo, quien no me cansaré de darle las gracias a Dios, tu creador, por tu vida. ¡Cuantos frutos!
Vida fructífera en tantos órdenes, desde el ámbito de la justicia social, tu gran legado de haber sido el instrumento divino para crear y resaltar el día de la no violencia contra la mujer.
Tus defensas férreas y contundentes a nuestra soberanía y dominicanidad. Tu valor en defender la vida desde el punto de vista jurídico. Tus aportes desde la enseñanza, y por supuesto por tus escritos y participaciones en los medios te hacen meritoria de haber sido una gladiadora de la justicia.
Lo mas importante en mi vida, fuiste unos oídos atentos y siempre disponibles en mis momentos difíciles y sobretodo, intercesora ante el Padre ante los mismos.
Hoy estas con El. Ahí radica mi consuelo y hasta alegría. Te me adelantaste a la meta. Desde allí te imagino desde esa otra y bella dimensión aun suplicante, por tu hija Laura, y su esposo Jochy y tantos hijos (estudiantes) de cariño, tu hermanas, sobrinos y amigos como hermanos que dejaste en esta tierra, tu tierra, la República Dominicana que dignamente representaste como Embajadora ante tantos pueblos.
Hoy nos representas en la corte celestial.
Invito a la novena misa por ella,
jueves 2 de marzo 6:00 pm en la Parroquia Claret
(San Antonio María Claret) ubicada en la
Avenida John F. Kennedy esquina
Calle Haim López Penha 31, Piantini, Santo Domingo