Roma. El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, afirmó hoy en Italia que la Unión Europea (UE) debe completar la unión monetaria para fortalecer su imagen, consolidar la confianza y fomentar la inversión empresarial.   “Para consolidar la confianza es importante no perder de vista la necesidad de completar nuestra unión monetaria, incluso cuando afrontamos prioridades más urgentes”, explicó Draghi, en un acto por el 40 aniversario de la consultora Prometeia celebrado en Bolonia (norte).

“Para consolidar la confianza es importante que haya una visión a largo plazo que elimine la fragilidad de nuestra unión”, añadió.   Draghi aseguró además que el BCE pondrá en marcha todos los instrumentos necesarios para garantizar la estabilidad de los precios en la eurozona, pero insistió en que para fomentar el crecimiento económico es preciso también que los distintos estados miembros asuman sus responsabilidades.   “Si es necesario que intensifiquemos los instrumentos de los que disponemos para garantizar la estabilidad de los precios, lo haremos.

Pero la política monetaria del BCE, por sí sola, no es suficiente para impulsar la economía”, apuntó.   Reconoció que la “economía europea está terminando una crisis que ha durado ocho años” y parece ahora “asentarse sobre bases más firmes».   “La UE ha tenido una recuperación impulsada por la demanda interna y no solo por la exportación, y ha demostrado saber resistir la ralentización del crecimiento del comercio mundial”, apuntó.

No obstante, prosiguió, la economía europea no ha superado la crisis completamente y existen “algunos países que acumulan importantes préstamos deteriorados que dificultan” la recuperación.   “Crear las condiciones para una rápida eliminación de préstamos deteriorados debe ser parte de las políticas económicas de los distintos países de la UE”, afirmó Draghi, sin nombrar a ningún estado en concreto.   Sus declaraciones se produjeron el mismo día en el que la agencia de calificación Fitch afirmó que “el total de préstamos deteriorados” en Italia supera “los 320.000 millones de euros».

A juicio de Draghi, el crecimiento, el aumento del empleo y de desarrollo e investigación se alcanzan con la eliminación de estos préstamos dudosos, pero también con inversión empresarial y con reformas estructurales que deben poner en marcha los países que aún presentan mayores dificultades económicas.   “En la zona del euro, la inversión es frenada sobre todo por tres factores- la débil dinámica de la demanda, la acumulación de deuda (…) y la precaria confianza del sector privado en las perspectivas de crecimiento de nuestra economía”, expuso.