Drama de seis discapacitados pobres en tiempos de covid-19

Drama de seis discapacitados pobres en tiempos de covid-19

Pocos tienen seguro médico y no saben a dónde acudir para sus dolencias en momento que expande el virus letal. Prudencio Díaz tiene 50 años sin movilidad en sus piernas. A sus 76 años pasa la mayor parte del día postrado en la cama. Una hija le brinda la poca ayuda que recibe. Mario Guzmán, de 75 años, sube el tapaboca a la cabeza y explica sus penurias. Lleva más de dos con las piernas amputadas por úlceras. Tiene seis días sin apetito, sin dolor de estómago. En la segunda planta de una casita, con una parte de madera, su esposa, María Polanco, de 79 años, le ayuda a usar la silla de ruedas, mientras algunos de sus ocho hijos le suplen algo de lo que necesita. Pide ayuda para conseguir la pensión que cotizó del Gobierno. En el mismo callejón, Neolfina Martínez, de 62 años y con la pierna izquierda vendada, narra su precaria salud. Es diabética, hipertensa, empero, por no tener asistencia social, acude cada día, como puede, al mercado del sector Cristo Rey, canasta en manos, a vender ají, auyama y vinagre. “Me paro como pueda porque tengo que buscar de comer”. A sus 74 años, Félix Pozo Tamárez articula palabras con dificultad. Lo chocó un vehículo en el 2014 y una trombosis afectó su pierna derecha. Vinieron las complicaciones que lo tienen en silla de ruedas. Un hijo lo socorre y algunos vecinos de Cristo Rey. Yesenia Castro está en silla de ruedas a sus 45 años, a causa de la poliomielitis que lesionó su sistema nervioso. Su marido es trabajador informal y es sustento. A Leocadio Vidal Hernández lo impactó un motorista hace seis meses. Ahora, apenas puede estar de pié. Ya no puede vender helados.

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