Dreamer busca salir de Estados Unidos tras triunfo en Grammy

Dreamer busca salir de Estados Unidos tras triunfo en Grammy

LOS ANGELES, AP. Dicen que un Grammy abre puertas. Y el primer dreamer honrado con el máximo galardón de la industria musical estadounidense espera que eso sea cierto y pueda viajar el próximo mes a su natal México y tocar en uno de los festivales más grandes de Hispanoamérica.

“Espero que el premio ayude para que pueda salir a México porque tenemos viajes planeados, como al Vive Latino que es un evento grandísimo, del que me gustaría ser parte, pues para eso trabajamos, para ser exitosos y llevar nuestra música a otros lados”, dijo Pepe Carlos, acordeonista y requintero de La Santa Cecilia.

La banda angelina de integrantes de padres mexicanos ganó el pasado 26 de enero el Grammy al mejor álbum de rock, urbano o alternativo latino por “Treinta días”.

El premio convirtió a Carlos en el dreamer más destacado del mundo artístico. Se llaman dreamers a algunos jóvenes que de niños fueron traídos ilegalmente al país por sus padres y que son elegibles para que su deportación sea suspendida temporalmente.

“Estoy muy contento de demostrar que soy dreamer. Es bonito que un `dreamer’ ganó un Grammy pero eso es sólo un pequeño ejemplo de lo que los `dreamers’ podemos hacer”, dijo Carlos en una entrevista reciente con The Associated Press. “Soy el ejemplo de muchos `dreamers’ que están en mi misma situación, que son americanos, que quieren contribuir pero necesitan libertad”.

Por el momento, el oaxaqueño de 31 años puede vivir legalmente en Estados Unidos desde que en marzo se acogió al beneficio de la suspensión temporal que su deportación.

Su situación migratoria, sin embargo, no lo hace apto para viajar al extranjero. Para salir del país, tiene que solicitar un permiso al gobierno que generalmente se concede para viajes de carácter humanitario, como cuidar a un familiar enfermo, educativo, como tomar un curso universitario, o por un empleo.

Con cartas de apoyo de su disquera, su manager y la congresista Lucille Roybal-Allard, Carlos ha solicitado un permiso alegando que es músico y como tal tiene que trabajar en el festival de pop y rock Vive Latino, que se realizará en marzo en la Ciudad de México.

Y aunque la respuesta debe llegar en unas semanas, confía que se lo aprobarán al punto que ya compró su boleto – de ida y vuelta. Antes de obtener documentos, Carlos ya tenía problemas para viajar dentro del país. Cuando iban a Texas, por ejemplo, su banda tomaba el camino más largo con tal de evitar la garita migratoria en la ruta más directa.

Carlos, quien está casado y tiene certificados técnicos en arquitectura y administración, llegó a Estados Unidos a los seis años, tras cruzar la frontera de Tijuana de manera ilegal con su mamá, su tío y su hermano. Afable y de sonrisa fácil, está orgulloso de su origen indígena zapoteco y apoya una reforma migratoria integral.

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