Drogadicto profana tumbas Cementerio Nacional

Drogadicto profana tumbas Cementerio Nacional

“Ni los muertos pueden descansar en paz en el país”. Así reaccionó, molesto e indignado, José Rafael Valdez, al ver el domingo la tumba de su padre profanada por delincuentes que la destruyeron para vender las varillas.

El cadáver de José Valdez fue enterrado en 1985 en el Cementerio Nacional de la avenida Máximo Gómez, donde Rafael denunció que hizo un recorrido y aseguró que más de tres mil tumbas fueron saqueadas por delincuentes para robar las puertas de metal y abren los nichos por completo para extraer las varillas.

“Cuando entré al cementerio vi muchas tumbas abiertas, pero mi asombro fue más grande cuando vi la de mi papá con tremendo hoyo”, dijo.

Indicó que fue donde las autoridades del cementerio y el director no estaba, pero empleados le dijeron que un hombre apodado “Recopiolo”, quien es drogadicto, es quien profana las tumbas para extraer las varillas.

Le contaron que han apresado reiteradas veces a Recopiolo, a quien incluso han herido, pero no hacen nada deteniéndolo porque supuestamente es familiar de un fiscal y lo dejan en libertad con gran facilidad.

También le dijeron que inclusive cuando sale de la cárcel Recopiolo pasa por el frente del cementerio burlándose.

Rafael sostuvo que esto no es razón para que profanen las tumbas por lo que pidió al alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, que ponga militares, policías o inspectores municipales para que vigilen el campo santo. Indicó que anual se paga un impuesto al cementerio, y no es justo que cuando las personas visitan a sus difuntos encuentren las tumbas abiertas.

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