WASHINGTON, (EFE).- El uso de drogas ilegales entre los inmigrantes hispanos recientes aumenta a medida que reemplazan sus valores culturales con los de los «blancos estadounidenses», afirmó hoy el especialista    Scott Akins, profesor de la Universidad estatal de Oregon,  en la reunión anual de la Asociación Sociológica de EE.UU., en Nueva York.

Dijo que, «en general, los inmigrantes hispanos recientes tienen una orientación más familiar y son menos tolerantes hacia el alcohol y las drogas».

   Para su estudio Akins analizó los casos de 6.713 adultos, en el noroeste de Estados Unidos, de los cuales 1.690 se identificaron como «hispanos».

   Otros estudios anteriores sobre el uso de drogas y la modificación cultural de los inmigrantes se habían llevado a cavo en países con comunidades hispanas más grandes como California, Florida y Arizona.

   En esos estados es más probable que los hispanos vivan en comunidades étnicas muy concentradas, lo cual puede demorar la asimilación o adaptación cultural.

   Los resultados fueron sorprendentes.

   Los hispanos que se han asimilado a la cultura estadounidense tienen 13 veces más de probabilidades de usar drogas ilegales que los hispanos que no se han adaptado todavía.

   Lo que Akins llama «aculturación» involucra la adopción de nueva información cultural y comportamientos sociales en un grupo inmigrante que a menudo reemplaza las creencias, practicas, valores y pautas sociales tradicionales.

   «Aunque la aculturación y la asimilación dan a algunos migrantes los beneficios tales como prosperidad y estabilidad laboral, la inmigración y la «‘aculturación’ pueden ser procesos difíciles con consecuencias también negativas».

   El estudio muestra que el 6,4 por ciento de los «blancos» da cuenta del uso de drogas ilegales, comparado con el 7,2 por ciento de los hispanos «aculturados».

   Sin embargo, apuntó Akins, menos del 1 por ciento de los hispanos que hablan español y no se han adaptado a la cultura estadounidense, dio cuenta del uso de drogas.

   «Las pautas generales y porcentajes en cuanto al uso de drogas son muy similares a las de los blancos, que es lo que esperaríamos dado su modelo de asimilación y aculturación», añadió.

   «Cuando los hispanos se adaptan a la cultura dominante de la sociedad estadounidense su conducta respecto a las drogas parece imitar la de los blancos, la cultura a la cual se adaptan», dijo Akins.

   La investigación mostró también que los hispanos asimilados tienen dos veces más probabilidades que los hispanos no «aculturados» de dar cuenta de consumo alto de bebidas alcohólicas, y tres veces más probabilidades de haber bebido por varios días consecutivos sin recuperar la sobriedad.

   «Cuando la gente migra a Estados Unidos sus pautas de uso de drogas ilegales y de alcohol aumenta con el tiempo», dijo Akins.