POR LLENNIS JIMÉNEZ
Los enfrentamientos callejeros entre bandas de delincuentes, los disparos al aire, la venta y consumo de drogas en pleno mercado, convertido en una guarida de malhechores, y los atracos en pleno día, mantienen a los residentes del sector Villa Consuelo en una situación de incertidumbre e inseguridad.

Al respecto, dirigentes comunitarios de esta barriada del Distrito Nacional afirman que el mercado de Villa Consuelo, en construcción desde hace 12 años, es el principal punto de distribución de drogas, cuyo escondite utilizan los malhechores en horas de la noche para robar y hasta matar a los transeúntes tras despojarlos de sus pertenencias.

También denunciaron que las armas son sacadas en sacos después que los integrantes de las bandas han planificado los enfrentamientos.

David Ramos, miembro del Comité Gestor Pro Construcción del Mercado de Villa Consuelo; la presidenta de la junta de vecinos Mamá Tingó, Seda Gerda y Félix Peña, miembro del comité, expusieron las criticas que le hace la comunidad al síndico Roberto Salcedo, por haber faltado a la promesa de terminar la construcción del establecimiento dentro de un mes. La promesa del síndico fue hace dos meses.

Dijeron que los maleantes han arropado a Villa Consuelo y que los hechos de violencia son frecuentes en la avenida Expreso Quinto Centenario y en calles como la Máximo Grullón, donde hace 15 días murieron dos personas en un enfrentamiento a tiros.

Hasta las fundas de comida le quitan a la gente que sale de los establecimientos comerciales cuando se dirigen a sus casas a pie, explicó uno de los dirigentes.

Los habitantes de Villa Consuelo afirman estar desesperados por esa situación, así como por la acumulación de basura, básicamente alrededor del mercado y la falta de seguridad ciudadana.

Ramos, Gerda y Peña advirtieron a las autoridades que la barriada está dispuesta a reclamar en las calles el derecho de vivir protegido, limpia y con un mercado decente.

Dijeron que la situación del mercado es tan peligrosa que los propietarios de negocios han tenido que contratar vigilancia privada para que les cuiden los establecimientos durante la noche.

Culpan a los policías de la inseguridad en la zona por creer que no persiguen a los maleantes que alteran la paz, a pesar de estar convencidos de que los conocen y saben sus escondrijos.

Ramos dijo que el pasado 2 de julio, el síndico Salcedo les aseguró que en dos o tres meses limpiaría el área del mercado y luego se la entregaría a la Secretaría de Obras Públicas para que proceda con la construcción.

Expresó que en vano cumplieron con la petición del Ayuntamiento de que censaran a los 44 vendedores del mercado, a los fines de ser damnificados y retirarlos de la zona hasta tanto se hicieran los trabajos.

«De eso ha pasado un mes y pico y ellos han faltado a la palabra. Nos han cogido de cola de no sé de que. Le hacemos un llamado al señor síndico de que Villa Consuelo no quiere problemas y que estamos abiertos al diálogo. Pero si ellos lo que quieren es problema, confrontación, va a llegar a un punto que nos va a llevar a tomar acciones drásticas, porque estamos mirando que se están burlando, hablando mentira», precisó Ramos.

Manifestó que la construcción del Mercado de Villa Consuelo fue presupuestada en alrededor de RD$30 millones y que Salcedo les había dicho que el dinero estaba garantizado con el gobierno.

Al respecto, el secretario de Obras Públicas, Freddy Pérez, dijo que tienen programada la construcción del mercado, pero que no han iniciado los trabajos por dificultad económica.

LOS HECHOS

Los delincuentes de Villa Consuelo han herido de bala perdida a dos niños en los últimos meses y hace 15 días se enfrentaron con bandoleros de Villa Juana, lo que de acuerdo a Ramos, Gerda y Peña, obligó a los ciudadanos a ponerse en «toque de queda» a partir de las 6:00 de la tarde.

Manifestaron que los delincuentes de Villa Consuelo rompen las puertas de dos y tres negocios cada día para robarles sus mercancías.

«Por el Quinto Centenario atracan las 24 horas del día», precisó Gerda, quien señaló que las bandas se enfrentan con cuchillos y armas de grueso calibre.

Tras hacerle un llamado al jefe de la Policía, mayor general Bernardo Santana Páez, para que imponga su autoridad, dijeron que hace alrededor de un mes tuvieron que cambiar la dotación entera del destacamento en el lugar, por medio del sacerdote José Luis Alemán, de la parroquia San José, porque los agentes no estaban haciendo su trabajo.