Una de las implicaciones más graves del tráfico y consumo de drogas es que se trata de un delito que induce la comisión de delitos y crímenes. En prima fase, producción, tráfico y comercialización de drogas son actividades ilícitas conexas al consumo que, siendo una actitud personal, provoca degradación en la conducta social del consumidor y lo hace proclive al delito y el crimen. Cuando el licenciado Franklin Almeyda Rancier, secretario de Interior y Policía, afirma que más del 60% de los delitos está ligado a las drogas, está hablando de un problema real que los dominicanos tenemos que encarar con determinación.

Debido a ese desafío que representa el tráfico de sustancias ilícitas, es de gran valor que el Estado haga esfuerzos por contar con los instrumentos idóneos para combatir este problema. La Mesa Interinstitucional para la Lucha contra el Tráfico de Drogas parece un paso de avance en la dirección correcta, y su efectividad dependerá de que se asuma con todo la necesidad de enfrentar esta amenaza contra nuestra integridad social que todo lo contamina y permea. El tráfico de drogas es un multiplicador de males sociales, entre los cuales se cuenta el delito, el crimen, lavado de activos, soborno, quiebra moral de individuos e instituciones y así por el estilo. Demos, pues, un espaldarazo a esta iniciativa tan oportuna en estos tiempos.

Tardanza injustificable

No hay manera de comprender por qué la  construcción de ciertas obras toma más tiempo del que sería justificable. Esa es una ocurrencia frecuente en nuestro país, que se ha estado dando con la carretera San Cristóbal-Baní. La tardanza en esta obra se traduce en perjuicios económicos para el Estado y en particular para quienes transitan por esa ruta.

El actual Gobierno asumió la ejecución de esta obra, que había sido paralizada por el anterior, y lo hizo bajo el compromiso de no parar hasta que estuviese terminada. Es cierto que los largos períodos de lluvia en el segundo semestre del 2007 dañaron tramos de la carretera y obligaron a detener los trabajos, pero aún así, su terminación se está dilatando más de lo que parece   razonable. Faltan pocos meses para la temporada de lluvias y de no ser terminada antes la carretera, podría enfrentar nuevos tropiezos. La tardanza parece no tener justificación alguna.