Drones no identificados sobrevolaron anoche dos centrales nucleares francesas

Drones no identificados sobrevolaron anoche dos centrales nucleares francesas

París. Pequeños drones no identificados sobrevolaron anoche dos centrales nucleares francesas, como ya había ocurrido en otras siete desde el pasado día 5, hechos que han devuelto a la actualidad la cuestión de la seguridad de estos complejos, que producen el 80 % de la electricidad en Francia.

La Gendarmería y la eléctrica EDF, que explota las 19 centrales nucleares francesas, confirmaron los sobrevuelos que se produjeron hacia las 21.00 hora local (20.00 GMT) en Penly (noroeste) y Golfech (sur).

Los drones fueron detectados por los gendarmes que se encargan de la vigilancia, así como por empleados, pero no fueron neutralizados porque “no representaban una amenaza directa” para las instalaciones, según un portavoz de las fuerzas del orden. Electricité de France (EDF) tiene intención de presentar denuncias “contra X” (sin identificar el presunto responsable) por esta violación del espacio aéreo de sus complejos nucleares.

Ya ha hecho eso mismo por los sobrevuelos de otras siete centrales que se habían constatado este mes de octubre (Creys-Malville, Blayais, Nogent sur Seine, Cattenom, Choz, Gravelines y Bugey).

“No privilegiamos ninguna pista”, añadió a Efe una portavoz de EDF, que insistió en que “este sobrevuelo no tiene consecuencias para nuestra actividad”, ya que los reactores han seguido produciendo electricidad y “la seguridad no se ve afectada».

La portavoz insistió en que la seguridad no corre a cargo de la compañía, sino de los gendarmes que están para evitar intrusiones, y de la Fuerza Aérea, encargada del cumplimiento de la prohibición de todo sobrevuelo en un radio de cinco kilómetros en torno a cada central y a una altura inferior a 1.000 metros.

El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, había indicado ayer que hay disposiciones “para neutralizar esos drones”, pero sin decir cuáles, y la Gendarmería había sugerido que detrás de todo eso hay “una operación de comunicación” de grupos antinucleares.

Esas mismas sospechas han sido lanzadas por el sindicato Confederación General del Trabajo (CGT), que piensa que lo que se busca es atacar la reputación de la energía nuclear con acciones repetidas que tienen un eco mediático.

Sin embargo, las principales organizaciones ecologistas que en el pasado han llevado a cabo operaciones para poner en evidencia los problemas de seguridad de los complejos nucleares, empezando por Greenpeace, negaron toda implicación.

Yannick Rousselet, responsable de campañas antinucleares de Greenpeace, puso el acento en que su organización actúa siempre a cara descubierta, como hizo en 2012 al sobrevolar los complejos de Bugey y La Hague.

Rousselet dijo, además, que están “muy inquietos” por el carácter repetitivo de estos vuelos de aviones sin piloto “sin que se ofrezca ninguna respuesta sobre su origen ni por EDF ni por las fuerzas del orden».

Responsables ecologistas subrayaron, en contra de los mensajes tranquilizadores de las autoridades, que las centrales nucleares francesas (hay 19 en todo el país con más de medio centenar de reactores) no están preparadas para resistir el impacto de un avión. Añadieron que hay algunas partes particularmente sensibles en caso de un ataque con artefactos de los drones, como las piscinas en las que se almacena el combustible usado.

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