Duarte, David y Roosevelt: apóstoles de justicia y equidad

Duarte, David y Roosevelt: apóstoles de justicia y equidad

Truenan por la equidad desde la Fundación Europea OXFAM, acorralando al poderoso FORO ECONOMICO MUNDIAL en su “meeting” anual en Davos Suiza, hasta nuestro obispo higüeyano el día de La Altagracia. OXFAM denunció que el 1% de la población mundial administra más riqueza que el 99% restante. Nuestro obispo Altagraciano clamó por justicia demandando “mejor distribución de los bienes para que no exista tanta desigualdad”. Respuestas a estos clamores la aportan prédicas de nuestro Padre de la Patria Duarte nutriéndose de salterios del Rey David y expresadas políticamente en el programa presentado por Franklyn Delano Roosevelt al Partido Demócrata y a los EEUU en los prolegómenos de la II Guerra Mundial.

De nuestro Padre solemos recordar su expresión: “Sed justos lo primero”. Pero en su ideario legó otras amonestaciones trascendentales para comprender nuestras aspiraciones ciudadanas: “El buen dominicano tiene hambre y sed de la justicia”; así como aleccionadoras para el gobierno que “debe mostrarse justo y enérgico… o no tendremos Patria y por consiguiente ni libertad ni independencia nacional”.

El rey David, venerado por las tres religiones monoteístas del mundo – judaísmo, cristianismo e islamismo – nos predicaba sobre la justicia: “mira desde el cielo”; y que sin ella es imposible alcanzar convivencia en y entre pueblos: “la justicia y la paz se besan” (Salmo 84,8-14)

Roosevelt proporcionó contenido programático contemporáneo a estas prédicas al introducir en el Programa del Partido Demócrata dentro del ciclo histórico epicentrado por II guerra mundial: combate contra mono-oligopolios tanto privados como estatales, fomento de competencia entre empresas para reducir precios en beneficio ciudadano y establecer procedimientos transparentes de contrataciones y concesiones estatales para evitar oligopolios y oligarquías amparadas en el poder político (ver: www.fronterad.com/?q=que-hacer-para-reducir-desigualdad)

Nuestra economía está afectada por mono-oligopolios en sectores claves – combustibles, energía, transporte, comunicaciones, banca, seguros y comercio, etc – constituyendo un excelente campo de aplicación de las recetas de ese gran Presidente que fue Roosevelt; incluso en casos en que el mono-oligopolio es dominado por pseudo-sindicalistas que recurren a caos y chantajes. Muestra de falta de competencia en perjuicio de consumidores observamos a simple vista al no reducirse precios a la velocidad que se derrumban los petroleros; sin que PROCONSUMIDOR actúe para cumplir su obligación de velar por los intereses económicos de consumidores dispuesta en CAPÍTULO V, Art. 33, literal d), ley 358-05.

El mejor tributo que el gobierno dominicano rendiría a nuestro Padre Duarte en su día de mañana sería mostrarse “justo y enérgico” ante mono-oligopolios dominicanos, privados y públicos, estos prevalidos en poderes políticos faltos de transparencia; que hacen concentrar riqueza, abonar desigualdades e impedir equidad.

 

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