¡¡¡Duarte!!!… ¿Sánchez?… ¿Mella?

¡¡¡Duarte!!!… ¿Sánchez?… ¿Mella?

“¡Tenemos a los tres grandes de Las Antillas!”

Entre picadas y picadas de jejenes, Herminio y su alter ego Píndaro se dieron a la tarea de escalar el pico Duarte… Quisieron aprovechar ‘el friíto’ que está haciendo entre aguacero y aguacero, y mochila en mano iniciaron su ascenso… Mientras caminaban y de vez en cuando se auxiliaban de unos acostumbrados mulos de carga, ambos disfrutaban del definido horizonte marcado por los zigzagueantes contornos de nuestras interesantes montañas, fuentes de vida de todos nosotros, pero cuyos nacimientos a veces han sido salvaje e implacablemente atacados con la finalidad de justificar el redireccionar el cauce natural de sus aguas.

“Píndaro –exclama Herminio-… ¿Te dio tiempo de enterarte de que ya esas tres montañas frente a nosotros han sido medidas en altura, para determinar una realidad de la cual no se tenía certeza desde hace mucho tiempo?”… “¡Siiiiiiiii! –exclama Píndaro-, la vi por ahí que Geomedición, Instrumentos y Sistemas se embarcó en esa gran responsabilidad convertida en un reto geodésico que, sin lugar a dudas, nos debe ya estar ofreciendo una gran satisfacción, al igual que lo hizo con su aliado profesional en el país, el ingeniero civil alemán Alexander Holsteinson, quien además de entregar sus enseñanzas en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) conoce a la perfección los instrumentos conocidos como ‘trimbles geoespaciales’, usados para estos menesteres”,-completa Píndaro-.

“Pero mira allá, Píndaro- señala Herminio con su dedo índice de la mano derecha, mientras exclama-… ¡Ese es el pico Duarte!… Lo que no recuerdo es cómo se llaman las dos de al lado, que son casi del mismo tamaño”… “Ahhh… la de al lado es La Pelona, y la otra que es casi igual de altura es La Rucilla –le dice Píndaro-, mientras entonces lo mira fijamente para comentarle: Desde el 1851 se ha venido generando una gran controversia entre investigadores y ‘mapas oficiales’… Y, todo ello porque no ha sido sino hasta ahora que la ciencia nos ha permitido tener una definición de una realidad a la que vemos y de la que disfrutamos al admirar lo grandioso de nuestra naturaleza, de la cual tenemos obligatoriamente que sentirnos orgullosos y velar porque se conozca y respete su imponencia”.

“Píndaro –exclama Herminio-… ¡Apuesto a que no sabías que, ya en el 2001 se hizo un gran esfuerzo por aclarar la situación… Fue entonces que Kenneth Orvis hizo uso de unos equipos llamados Trimble GPS LI para certificar que al pico Duarte es 4.34 metros más alto que La Pelona, lo que nos dejaba bien claro que teníamos una medición exacta de poseer claridad en los dos picos más altos de Las Antillas! –completa Herminio-… “¿Pero alguien recuerda que se celebrara el hecho? –pregunta Píndaro, y exclama-… ¡Caray!… ¡Verdad que somos descuidados con lo que nos beneficia en imagen!”.

“Bueno, es que una cosa dice el burro y otra el que lo apareja –opina Herminio-… ¡A veces parece que nos enfocamos en lo que no es trascendente para dar paso continuo a la inmediatez!… Esta vez, 20 años después, se ha establecido una alianza con el Instituto Cartográfico Militar (ICM) en representación del Ministerio de Defensa de nuestro país, y con el Ministerio de Medio Ambiente, que de inmediato les fue presentada la tarea a llevar a cabo acogieron la iniciativa para esta reciente expedición geodésica que conllevó un largo recorrido a pie y en mulos, desde los 1,100 hasta los 3,100 metros de elevación para completar 22 kilómetros de trayecto, ¡que no es un rulo!” –exclama Herminio-.

“¿Tú crees que eres el único que vio el informe? –le cuestiona Píndaro a Herminio, como para fuñirlo-… ¡Esta gente nos ha aportado una data que, si no la aprovechamos, es como si fuéramos unos niños ‘jarto e jobos’, como dicen por ahí en mi campo!… Al completar su trabajo, han certificado que la altura oficial del pico Duarte es de 3,101.095 metros… Y, picándole muy cerca, ¡La Pelona tiene una elevación de 3,096.593 metros!” –exclama Píndaro, mientras Herminio le dispara de inmediato una orgullosa afirmación: “¡Una montaña casi desconocida por muchísimos de nosotros –La Rucilla-, ha sido confirmada tener 3,042.350 metros de altura!… ¡Solo 54.243 metros menos que La Pelona y 58.745 metros menos que el pico Duarte!… ¡Somos los orgullosos favorecedores de las tres montañas más altas de Las Antillas!”.

“Uffff… Herminio –exclama Píndaro-, ¡la tecnología de punta del 2021 nos está dando una razón para explotar el orgullo dominicano!… ¡Se han establecido las tres alturas reales de los picos de las Antillas del Caribe y nos han resuelto controversias que vienen arrastrándose por más de un siglo!… Ahora solo nos resta actualizar la cartografía física y digital de nuestro país, para lo cual espero el departamento autorizado deberá recibir los fondos necesarios y no se quede en el olvido, como ha sido muchas veces práctica del pasado…”

“En estas tres –ahora más importantes montañas de nuestro país-, ya fueron colocadas placas forjadas en bronce, certificando lo que acabamos de referir –comenta Píndaro-… ¡¡¡Ahora solo nos queda sellar estas tres elevaciones confirmando al pico Duarte como el más alto, y ‘bautizar a La Pelona como pico Sánchez, y La Rucilla como “pico Mella”!!!… ¿Sería tan problemático el hacerlo?… Gracias al Lic. Federico José Alvarez, de Santiago, por su retroalimentación… Ahora, es necesario que la cacareada ‘Marca país’ que se intenta forjar, se vea enriquecida con esta nueva afirmación geográfica!… “¡Tenemos a “los tres grandes de Las Antillas!”.

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